Policías y Ladrones

Hace aproximadamente siete meses (en julio pasado), cuando Joaquín Guzmán Loera "el Chapo", se fugó del penal del Altiplano, escribí que me parecía increíble cómo la sociedad mexicana le había dado al criminal más importante del país un aire de héroe y de leyenda.

Hoy, después de una recaptura digna de la mejor película de acción de Hollywood (tanto por cómo se dieron los hechos, como por los artistas que estuvieron involucrados) el sentimiento regresa; acaso con renovados bríos y una horrible sensación de preocupación en el estómago.

¿Sabía usted que la camisa azul de algodón que llevaba el Chapo durante la entrevista para Rolling Stone se está vendiendo como pan caliente aquí en México y en los Estados Unidos, a pesar de que cuesta USD $128.00? ¿Que la afluencia de pedidos fue tal que durante un tiempo la página web del fabricante se bloqueó? ¿Que dicha página muestra la foto del capo vistiendo sus prendas, acompañado por la frase "El más buscado"?

"Lo que usas no es sólo una elección inconsciente, sino una acción cuidadosamente pensada, una verdadera filosofía", afirma la marca en su página web. Saben lo que están vendiendo. "Si compras mi producto, estarás más cerca de parecerte al Chapo, de compartir su filosofía, su éxito"

Luego están las muestras de apoyo tanto a Sean Penn como a Kate del Castillo, el par de actores que se vieron involucrados con el capo e hicieron posible que se llevara a cabo la entrevista para la revista norteamericana.

"Pronto contaré mi versión" dice la actriz mexicana en su cuenta de Twitter, luego de que se publicaran fragmentos de las conversaciones que sostuvo con el criminal a través de mensajes de texto "Muchos han decidido manipular la información y fabricar historias falsas para distraernos del verdadero tema"

¿Cuál es el verdadero tema? ¿Y cuál podría ser la versión que justifique su mensaje "Te confieso que me siento protegida por primera vez", o "Me mueve demasiado que me digas que me cuidas, jamás nadie me ha cuidado ¡gracias!", o "no duermo mucho desde que te vi, estoy emocionada con nuestra historia. Es la verdad. Es en lo único que pienso"?

Me faltará imaginación, pero Si Del Castillo no declara que formaba parte del operativo federal desde el principio y que sus mensajes eran un intento de ganarse la confianza de Guzmán Loera para localizarlo y capturarlo, no sé cómo pueda justificar sus acciones. Y si me equivoco y de verdad hay una explicación ¿Por qué esperar para presentarla?

¿Qué estamos haciendo como sociedad si hacemos un héroe de un criminal cuyo negocio (independientemente de que sea legal o no) es el tráfico de sustancias enervantes, la mayoría nocivas para la salud? ¿Es eso a lo que aspiramos? ¿A hacernos ricos haciendo daño?

¿Es el nivel educativo? ¿Es la cultura del narco que se ha ido arraigando? ¿Es que acaso las oportunidades están tan escasas y son tan pobres que la ilegalidad es el único camino que nuestra gente ve para salir adelante?  Es durísimo lo que un detalle tan pequeño puede decir de nuestro país y nuestra gente. Si yo formara parte del equipo del presidente, estaría sudando frío.

Imitamos al Chapo, no a Mario Molina; a Eduardo Arellano Félix, no a Rodolfo Neri Vela; a Rafael Caro Quintero, no a Guillermo González Camarena; a "La Reina del Sur"; no a María del Pilar Roldán. Mal vamos si cuando jugamos policías y ladrones, queremos ser el ladrón...

Addendum:

De las intervenciones del narcotraficante en las conversaciones preferí ya ni hablar. No hay duda de que el narcotraficante más importante de México tiene su pegue y le hizo su luchita para andar con la Kate. Hasta un Blackberry le regaló a la actriz.

Joyas inmortales como: "Buenas tardes ¿Cómo está la mujer más buena de este mundo y la más inteligente, que admiro mucho?", "Te cuento que mi mamá quiere conocerte" y "Ojalá vengas luego para atenderte, para que me digas qué te gustaría comer para tenerte listo, para atender a mi amiga, la más buena de este mundo y la más hermosa" demuestran que hasta los más malos tienen su corazoncito y que es más fácil escapar de prisión, que de la Friendzone