miércoles, 20 de enero de 2021

No hay vacunas

 

“No hay en el mundo [...] un país en donde se estén aplicando tantas vacunas. Nosotros llegamos a aplicar como (sic) 130 mil vacunas en un día. Y eso que apenas estamos empezando”

El presidente soltó esta burda mentira durante la mañanera del lunes 18 de enero. La información recopilada por Our World In Data cuenta otra historia. Según el portal, al día 15 de enero se habían aplicado en nuestro país 417 mil dosis, que palidecen contra las 12.28 millones que se han aplicado en Estados Unidos, las 10 millones en China, o las 4 millones en el Reino Unido. Si lo revisamos como porcentaje de la población del país vacunada, Israel ya vacunó a más del 30% de sus habitantes, los Emiratos Árabes al 19%, mientras México languidece con apenas el 0.38% de cobertura.


Patéticas mentiras como esta son sólo la punta del iceberg gigantesco del criminal manejo que han hecho nuestros gobernantes con la crisis de salud producto del COVID-19, ya sea por intención criminal, o supina incompetencia. 

No sólo no están vacunando, no están siquiera adquiriendo las vacunas. Les sale más barato dejar que corra la enfermedad mientras se llenan los bolsillos, no importa que dejen en el camino a más de 141 mil muertos (oficialmente reconocidos).


Primero, anuncian con bombo y platillo la compra de las vacunas. Hacen un “simulacro” con el ejército de cómo las van a resguardar cuando lleguen. Va el Secretario de Relaciones Exteriores a recibir una tarima (no refrigerada, condición importante para la preservación del antígeno) de DHL. Luego, hacen confidencial los contratos de compra venta por cinco años, comienzan a circular el rubor de que sólo se necesita una dosis, en lugar de las dos que el laboratorio (Pfizer) claramente estipula; se inventan el cuento de que México recibirá en realidad 50% dosis menos esta semana, y dejará de recibir las próximas tres, para “no acaparar” y que la ONU las lleve a países pobres. El mismo día de ese último anuncio renuncia la responsable de la estrategia de vacunación contra el Covid-19, Miriam Esther Veras. El día de ayer, misteriosamente, el ISSSTE confirma el robo de vacunas en Morelos. Ya sabe, esas que supuestamente cuidaba el ejército.


¿De verdad algo de esto, mirado en su conjunto, le cuadra? ¿De verdad el relato de los acontecimientos no le despierta esa sensación típica de que le están mintiendo? Ahora contraste esa sensación con el descaro absoluto de la mentira inicial del presidente y convénzase de que le están suponiendo una ingenuidad casi pueril. Moléstese, porque es su vida y la de sus seres queridos con la que están jugando.


Y las pocas vacunas que sí traen (de algún lado salieron esas 417 mil aplicaciones que recoge Our World In Data) se priorizan para “Los Siervos de la Nación” un término sin personalidad jurídica que mantiene una amplia discrecionalidad para vacunar a funcionarios, políticos y sus allegados (además, por supuesto, a los encargados del levantamiento del Censo de Bienestar del actual gobierno, a través de los que se reparten programas y ayudas sociales. ¡Es año electoral, faltaba más!)


Mientras tanto, los médicos, enfermeros y el resto del personal de salud que han estado al pie del cañón desde el principio, siguen preguntándose cuándo les tocará la vacuna, si es que llega.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu opinión es muy importante ¡Súmate al debate y déjanos un comentario!