Ayer martes se le dió primera lectura, en el pleno del senado mexicano, al dictamen que daría vida y sustento jurídico a la Guardia Nacional. En teoría, los senadores tendrían el día de hoy para hacer su análisis (son doscientos cincuenta páginas) y mañana, jueves 21, serían el debate y la votación. Al menos dos terceras partes de los senadores presentes tendrán que estar de acuerdo para que el dictamen pase. Nuestros legisladores tienen entre manos una responsabilidad gigantesca y se están dando tres días para aquilatarla y resolverla. Cuidado..
La Guardia Nacional así como está planteada, es apenas más que cambiarles el uniforme a las fuerzas castrenses y darles un marco legal para que se queden en las calles. Andrés Manuel hizo la concesión de un “mando civil” administrativo si, pero con maña. En su artículo quinto transitorio el dictamen especifica que “en tanto persista la emergencia de violencia e inseguridad en el país” la Guardia Nacional estará adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional y que en dicha dependencia recaería “la elaboración de políticas, planes y estrategias en materia de seguridad pública.” El “mando civil” estará ahí para firmar los cheques y vaya usted a saber cuándo será la fecha en que pueda declararse que ya no estamos “en emergencia de violencia e inseguridad” (en lo que va del sexenio van más de cinco mil ejecutados).
Se habla de una “fuerza policial con disciplina militar” pero no hay diferencia alguna entre el adiestramiento militar y sobretodo la filosofía y mentalidad que con él se desarrolla, y la preparación de esta “Guardia Nacional” Si no hay un cambio de fondo en la manera en la que el cuerpo de seguridad (Ejército o Guardia) enfrenta las situaciones que se le presentan, tampoco lo habrá en los resultados. En corto: No resolverá el problema.
La creación de la Guardia Nacional adquiere además tintes aún más sombríos cuando se considera el enorme alcance que va a tener y los pocos candados legales que regirán su operación. Originalmente la Guardia Nacional iba a contar con tres leyes secundarias para normar tanto el reclutamiento y conformación de la Guardia, como su actuación con apego a derechos humanos y uso adecuado de la fuerza. Esas consideraciones ya no están presentes en el dictamen que se leyó hoy. Tampoco se leen en el proyecto ninguna de las modificaciones que organizaciones civiles como #SeguridadSinGuerra habrían presentado en las audiencias y debates públicos que se organizaron (Demostrando, una vez más, que se trató de puro atole con el dedo)
Y todo esto se definirá mañana. Hágase un favor, querido lector. Si no está de acuerdo con lo que la Guardia Nacional es y representa, hágaselo saber a su representante en el Senado. Escríbale en Twitter, sature su página de Facebook, llénele la bandeja de su correo institucional si hiciera falta. Hasta el momento, Morena no tiene aún la mayoría calificada que necesita para sacar adelante la propuesta, aún sumando los votos del PT, PES y PVEM, pero eso podría cambiar a lo largo del día de hoy y mañana. Hágase oir. No se preocupe, ocúpese.
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