Porfirio Muñoz Ledo (izq.) presidente de la Cámara de Diputados, y Carlos Urzúa (der.) Secretario de Hacienda |
Mucha gente, en México y en el extranjero, esperaba con interés a que Carlos Urzúa y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que encabeza, hicieran pública la propuesta de Presupuesto de Egresos para el año que viene. Después de todo, a pesar de las sacudidas económicas y sociales que desde que fue electo ha generado el presidente López con sus declaraciones y actitudes, es el presupuesto el que presenta con más claridad el mapa de ruta de lo que será el próximo año para México. El presupuesto es un manifiesto ético-filosófico con numeritos, vaya. Además, la idea de ver cómo demonios conseguía la administración entrante cuadrar las cuentas de su proyecto de nación, a más de alguno nos generaba cierto morbo.
Cuando finalmente llegó el día y empezamos a ver cómo habían quedado las partidas presupuestarias, la mayor parte de los analistas comenzaron a alzar las cejas; incluyendo algunos que abiertamente habían apoyado a López hasta ese punto.
De lo primero que nos enteramos fue del recorte presupuestal a las universidades públicas (UNAM, ITAM, UAM, etc.). Al principio (el lunes, en su conferencia de prensa matinal) el presidente defendió el ajuste. “en general, es que se va a hacer más con menos.” señaló. “Se acaba la corrupción, se acaba el derroche. Va a rendir más el presupuesto. Eso es lo único que puedo decir”. Ya para el martes había enmendado la plana “Hice el compromiso de que no se iba a reducir el presupuesto de las universidades… se va a reparar ese error y se le va a entregar a las universidades lo que les corresponde”, expresó en un evento en Hidalgo. Sea. Aunque errores de ese tamaño, en el documento que va a marcar tu primer año de gobierno y al que se le debió haber puesto todo el cuidado del mundo, son sumamente preocupantes.
Preocupante también es la reducción en un 86% del Fondo Nacional de Desastres. Habrá que suponer que con la estrecha relación que tiene nuestro nuevo presidente con la Pachamama, este sabe de buena fuente que este año no habrá ni temblores, ni huracanes, ni inundaciones a las que hacerles frente. ¡Chulada!
En el mismo tenor, las direcciones generales de Protección a Mexicanos en el Exterior y de Servicios Consulares pierden respectivamente 22% y 83% de su presupuesto en términos reales. Que nuestros compatriotas allende fronteras se las apañen como puedan. Lo mismo dá, con la reducción al presupuesto del Concacyt (23%), también habrán menos mexicanos estudiando en el extranjero, de cualquier manera.
¿Sabe qué si creció en este nuevo presupuesto? La partida de Comunicación Social y Publicidad, que trae para este año 39% más recursos de lo presupuestado por Peña en 2018. También creció el presupuesto del ejército en un 11.3% real, pero el resto de las dependencias del gobierno involucradas en tareas de seguridad, prevención e investigación de los delitos registran recortes presupuestales, así como los apoyos a entidades y municipios en esta materia. ¡Menos mal que esta es la gente que iba a pacificar al país!
Ah, y un último apunte saciamorbos. Ni con todas estas reducciones pudo el equipo de Andrés ajustar el presupuesto, tuvieron que considerar el precio del petróleo en $55 dólares por barril (actualmente está en menos de $46, dese una idea y si realmente consiguen incrementar la producción y la oferta no hará sino caer) y el dólar a unos estables $20 pesos. No, no va a alcanzar, aunque en Hacienda crean que sí.
El presupuesto es un manifiesto ético-filosófico con numeritos. ¿Qué nos dice este de López y del gobierno que encabeza? ¿Qué aprendimos? Apesta a boquete financiero ¿Está preparado para ello? ¡Se lo dejo de tarea!