miércoles, 4 de marzo de 2020

Comité a Modo

Con la presente administración haciendo agua en varios temas clave (como en en economía, salud o seguridad) y ofreciendo en su primer año avances mínimos (cuando no abiertamente retrocediendo), la posibilidad de que Morena pierda a mayoría en ambas Cámaras en las elecciones intermedias del próximo año va creciendo poco a poco. Para evitar que esto se haga realidad, el partido en el poder ha ido acomodando sus piezas. Por ejemplo, en noviembre pasado se aprobó la revocación de mandato presidencial, que le permitiría al presidente aparecer en la boleta el día de la elección, y hacer campaña a favor de sus candidatos desde el poder.

La siguiente jugada, lo sabíamos y lo habíamos discutido con cierta anticipación, es adueñarse del INE, porque eso les abre la baraja y el margen de maniobra el día de la elección y garantiza que las inconformidades puedan resolverse siempre a su favor.
En ese tenor, nos enteramos de la nominación del Dr. John Mill Ackerman Rose para formar parte del Comité Técnico de Evaluación (CTE) que definirá las candidaturas a ocupar cuatro vacantes entre el Consejeros Generales del Instituto Nacional Electoral, su órgano de gobierno.

La trayectoria académica del Dr. Ackerman puede ser ejemplar y calificarlo sobradamente para la posición, pero su activismo político deja serias dudas respecto a su imparcialidad. Mexicano por naturalización, hubo que cambiar la ley (a posteriori) para que el Dr. Ackerman pudiera siquiera ser considerado. Es esposo de la secretaria de la Función Púbica, Irma Eréndira Sandoval; es entusiasta promotor del gobierno actual y, quizá más importante que todo lo anterior, es integrante del consejo del Instituto Nacional de Formación Política de Morena, lo cual contraviene la convocatoria emitida por la Cámara de Diputados para formar el Comité Técnico, que sostiene que los integrantes no pueden haber desempeñado cargos de dirección en partidos políticos en los últimos cuatro años previos a su nominación.


La misión del Dr. Ackerman en esta nueva posición, cortesía también de la 4T (fue propuesto por Rosario Piedra Ibarra, Ombdusperson de la CNDH) es clara y el académico esta metiendo prisa para cumplirla. Tan pronto como en su discurso de aceptación comenzó a lanzar las primeras balas de la ofensiva. “La sombra del fraude electoral no ha desaparecido”, acusó. Señaló categóricamente que hubo fraude en las elecciones de 2006, irregularidades y acciones fraudulentas en 2012 e “intento de fraude” en 2018, en esta macabra postverdad y narrativa que han montado para sembrar duda en una de las instituciones independientes que mejor funcionan en este país.

Lo curioso es que la designación, a pesar de sus irregularidades, pasó como agua. El Comité quedó integrado el día 28 y las bancadas del PRI, PRD y MC no metieron ni las manos, pese a haber anunciado que impugnarían la designación. ¿Qué clase de acuerdo político alcanzaron? Quién sabe, pero fue amplio:

"Me parece que tenemos que darle la vuelta a este tema para evitar la descalificación de personas o de perfiles y ver hacia adelante" comentó la coordinadora del PRD en San Lázaro, Verónica Juárez.

"Hoy me felicito y los felicito por haber aceptado esta responsabilidad con el país (...) Nadie tiene la verdad absoluta, nadie la tiene, nadie la posee" opinó el líder priista, René Juárez; a pesar de que los hechos son evidentes y públicos.

¿Se ve ya por dónde van los tiros? ¿Así o más claro que todos son lo mismo, independientemente de colores?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu opinión es muy importante ¡Súmate al debate y déjanos un comentario!