Con la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de invalidar el decreto presidencial que declaraba las obras y proyectos prioritarios del sexenio como materia de seguridad nacional, avanza la transparencia y la rendición de cuentas. Los ministros destapan y arrojan luz sobre una caja negra de archivo que el presidente hubiera preferido mantener oculta y bajo llave.
Efectivamente, no es suficiente. Hace falta mucho trabajo, probablemente de reporteros valientes, que se den a la tarea de entrar ahí, investigar y desenterrar la verdad de los faraónicos proyectos del presidente. El punto es que sin este primer paso, ninguno de los subsecuentes sería siquiera posible. Habrá pruebas de la rampante corrupción en todos y cada uno de las obras emblema del lopezobradorato, se lo puedo garantizar.
Las megaobras, desde el principio y por diseño, han sido esquemas para manosear y sacar dinero. Son barriles sin fondo, sifones para operar debajo de la mesa. Por el tamaño y complejidad técnica de las obras fachada, cuesta mucho trabajo dimensionar la magnitud del robo, pero basta echarle un vistazo al reporte de Cuenta Pública 2022, publicada a principios de mes, para darse cuenta de que algo no va bien.
Tan solo durante 2022, el Tren Maya y la refinería en Dos Bocas recibieron de 3 a 4 veces más dinero del que debían recibir de acuerdo al presupuesto. Y falta que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) le eche un vistazo a los números. A principios de año esta dependencia detectó en la SECTUR (Tren Maya) al menos 1,400 millones de pesos en montos por aclarar durante 2021. Y a partir de la decisión de la Corte, todo eso se tendrá que discutir a cielo abierto y a la vista de todos los ciudadanos.
La sentencia tiene el beneficio agregado de fortalecer al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). De hecho, la afectación a dicho instituto y a su capacidad de cumplir con la función que por ley tiene encomendada formó parte de los argumentos centrales del debate de los ministros. Es un revés por partida doble al mandatario. No sólo le exponen su caja chica, también le dan el espaldarazo a la institución con la que trae pleito casado desde el principio de su gestión.
Así que, hay razones para estar contentos ¡hay república, y resiste bien! Sus instituciones clave funcionan, bien, mal o regular, pero funcionan. Y a la voluntad de un solo hombre no se le permite prevalecer por encima de la ley y principios constitucionales. Toca honrar estas instituciones haciendo nuestra parte ciudadana: vigilar, atender, señalar, movilizarnos si hiciera falta y apoyarlas. Actuar en consecuencia con la caja de pandora que nos han dejado y pedir la información, rumiarla, entenderla.
Importante también, a fin de que afinemos el sentido ciudadano de fijarnos en nombres y apellidos, en rostros y personas, mencionar que sólo tres de los once ministros votaron en contra de la resolución. Los de siempre: Arturo Zaldívar, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz Ahlf. Impresentables paleros del régimen
Por lo pronto, a celebrar la transparencia, la rendición de cuentas, la vigilancia ciudadana del gasto. Mañana, mañana será una batalla nueva…
¡Bonita segunda mitad de semana!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu opinión es muy importante ¡Súmate al debate y déjanos un comentario!