miércoles, 15 de agosto de 2018

Tren Maya

Al revisar los datos del INEGI y el maravilloso gráfico que su portal despliega al consultar el PIB Anual por entidad federativa, se hace evidente que tenemos dos Méxicos. Por un lado México del norte-occidente, que se desarrolla y crece por encima de la media nacional; ahí encontramos por ejemplo a Aguascalientes (con un crecimiento del 9.8% de su PIB), a Sonora (5.9%), Sinaloa (5.7%), o Jalisco (4.7%). Y por el otro lado el México del Sureste, que con trabajos crece (casos puntuales como Guerrero [2.1%] y Veracruz [0.7%]), o abiertamente retrocede, como es el caso de Oaxaca (-0.9%), Chiapas (-0.2), Tabasco (-5.9%) o Campeche (-5.4%) [Datos del 2016]
Por ello la implementación de proyectos productivos y de infraestructura que impulsen el desarrollo económico de la región es la mar de importante. Una nación solo es tan desarrollada como sus regiones más rezagadas. En la medida en la que podamos sacar adelante a nuestros hermanos del sureste mexicano, el país en su conjunto se fortalece.

López Obrador parece entenderlo así. Este lunes puso sobre la mesa algunos detalles de su propuesta de construir un ferrocarril turístico que conecte los puntos más atractivos de la península. Con mil quinientos kilómetros de vías, el llamado “Tren Maya” pasaría por cinco estados (Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo), quedaría terminado en cuatro años y según las propias cifras de López, costaría entre 120.000 y 150.000 millones de pesos.
Así a bote pronto, se escucha muy bonito. Es un proyecto ambicioso que permitiría que la derrama económica turística dejara de concentrarse en unos pocos puntos, volvería más atractiva la zona para los turistas y redituaría en desarrollo generalizado en la región. Pero ¿Funcionaría? ¿Y a qué costo?


La ruta recorre kilómetros de selva densa sobre la que será complicado (y costoso) construir; atraviesa los bosques tropicales protegidos de Calakmul y la Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an
además de sitios arqueológicos prehispánicos que podrían verse afectados por los trabajos, así como humedales y ríos submarinos que podrían ceder sin previo aviso y multiplicar el costo de mantenimiento. 
Por si fuera poco, de concretarse la obra, habría destinos que no tendrían la capacidad de albergar el flujo esperado de visitantes. Bacalar, por ejemplo, tiene poca infraestructura turística (habitaciones de hotel). Y lugares como las ruinas de Calakmul hoy reciben tantos visitantes al año como los que llegan a Chichen Itza en una semana. Una de dos, o los destinos reconectados no pueden aprovechar al máximo el nuevo flujo de visitantes por falta de capacidad, o sencillamente no son lo suficientemente atractivos y el tren cae en desuso.

No digo que no sea un proyecto que me gustaría ver funcionando. Me encantaría. Lo que me preocupa es que parece que se habla del tema muy a la ligera. Andrés Manuel está decidido a comenzar la licitación desde el primer día de su mandato, aunque no hayamos visto nada de la viabildiad técnica de la ruta, ni el estudio de la demanda de un tren así, ni su tiempo de retorno de la inversión. 
Por poner un ejemplo comparable, el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que es de innegable y urgente necesidad, ha sido detenido, cuestionada su viabilidad técnica y calificado de "ecocidio extraordinarias dimensiones". Incluso se ha amenazado con la cancelación del mismo a pesar de que ya tiene más de 140,000 millones de pesos invertidos. ¿Por qué no se analiza con el mismo rigor la viabilidad del tren?
Por otro lado ¿No es cierto que se está invirtiendo en infraestructura en estados que tienen otra serie de problemáticas de fondo entorpeciendo su desarrollo? Chiapas, Oaxaca y Guerrero tienen los grados de escolaridad promedio más bajos, y la tasa de analfabetismo más alta del país. por ejemplo.

Un último apunte, nomás por no dejar. La ruta propuesta por el presidente electo termina en Palenque, Chiapas. ¿No es precisamente ahí donde AMLO tiene “La Chingada”, su célebre rancho? ¿Cuánto imagina que habrá subido el precio de sus 13 mil 341 metros cuadrados nomás con el anuncio de la construcción de dicho tren? Se lo dejo de tarea...

¿Qué es el Tren Maya? ¿Un verdadero proyecto de inversión a largo plazo que detona el desarrollo del país o un elefante blanco, un capricho que funciona como herramienta de imagen pública para el gobierno entrante?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu opinión es muy importante ¡Súmate al debate y déjanos un comentario!