martes, 18 de diciembre de 2018

El presupuesto, por supuesto.

Porfirio Muñoz Ledo (izq.) presidente de la Cámara de Diputados, y Carlos Urzúa (der.) Secretario de Hacienda


Mucha gente, en México y en el extranjero, esperaba con interés a que Carlos Urzúa y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que encabeza, hicieran pública la propuesta de Presupuesto de Egresos para el año que viene. Después de todo, a pesar de las sacudidas económicas y sociales que desde que fue electo ha generado el presidente López con sus declaraciones y actitudes, es el presupuesto el que presenta con más claridad el mapa de ruta de lo que será el próximo año para México. El presupuesto es un manifiesto ético-filosófico con numeritos, vaya. Además, la idea de ver cómo demonios conseguía la administración entrante cuadrar las cuentas de su proyecto de nación, a más de alguno nos generaba cierto morbo.

Cuando finalmente llegó el día y empezamos a ver cómo habían quedado las partidas presupuestarias, la mayor parte de los analistas comenzaron a alzar las cejas; incluyendo algunos que abiertamente habían apoyado a López hasta ese punto.
De lo primero que nos enteramos fue del recorte presupuestal a las universidades públicas (UNAM, ITAM, UAM, etc.). Al principio (el lunes, en su conferencia de prensa matinal) el presidente defendió el ajuste. “en general, es que se va a hacer más con menos.” señaló. “Se acaba la corrupción, se acaba el derroche. Va a rendir más el presupuesto. Eso es lo único que puedo decir”. Ya para el martes había enmendado la plana “Hice el compromiso de que no se iba a reducir el presupuesto de las universidades… se va a reparar ese error y se le va a entregar a las universidades lo que les corresponde”, expresó en un evento en Hidalgo. Sea. Aunque errores de ese tamaño, en el documento que va a marcar tu primer año de gobierno y al que se le debió haber puesto todo el cuidado del mundo, son sumamente preocupantes.

Preocupante también es la reducción en un 86% del Fondo Nacional de Desastres. Habrá que suponer que con la estrecha relación que tiene nuestro nuevo presidente con la Pachamama, este sabe de buena fuente que este año no habrá ni temblores, ni huracanes, ni inundaciones a las que hacerles frente. ¡Chulada!

En el mismo tenor, las direcciones generales de Protección a Mexicanos en el Exterior y de Servicios Consulares pierden respectivamente 22% y 83% de su presupuesto en términos reales. Que nuestros compatriotas allende fronteras se las apañen como puedan. Lo mismo dá, con la reducción al presupuesto del Concacyt (23%), también habrán menos mexicanos estudiando en el extranjero, de cualquier manera.

¿Sabe qué si creció en este nuevo presupuesto? La partida de Comunicación Social y Publicidad, que trae para este año 39% más recursos de lo presupuestado por Peña en 2018. También creció el presupuesto del ejército en un 11.3% real, pero el resto de las dependencias del gobierno involucradas en tareas de seguridad, prevención e investigación de los delitos registran recortes presupuestales, así como los apoyos a entidades y municipios en esta materia. ¡Menos mal que esta es la gente que iba a pacificar al país!

Ah, y un último apunte saciamorbos. Ni con todas estas reducciones pudo el equipo de Andrés ajustar el presupuesto, tuvieron que considerar el precio del petróleo en $55 dólares por barril (actualmente está en menos de $46, dese una idea y si realmente consiguen incrementar la producción y la oferta no hará sino caer) y el dólar a unos estables $20 pesos. No, no va a alcanzar, aunque en Hacienda crean que sí.

El presupuesto es un manifiesto ético-filosófico con numeritos. ¿Qué nos dice este de López y del gobierno que encabeza? ¿Qué aprendimos? Apesta a boquete financiero ¿Está preparado para ello? ¡Se lo dejo de tarea!

martes, 11 de diciembre de 2018

Nuestras armas, las instituciones

Anímense aquellos a quienes les entra miedo y preocupación ver a López en la silla presidencial y a las cámaras teñidas del color guinda de Morena. A doce días de arrancada la cuarta transformación, ya se han recolectado preciosas gemas de evidencia de que nuestras instituciones, y la inmisericorde realidad, pueden pararle los pies en su intento de instalar el sistema de caudillismo populista que lo entrone. Se le puede hacer frente, pues.

El primer manotazo le cayó antes siquiera de tomar posesión, con el freno en seco que le pusieron al remedo de reforma que querían aprobar para “eliminar el fuero” (sustituyéndolo convenientemente por una “inmunidad constitucional”, porque esta gente no da paso sin huarache) y que no alcanzó las mayoría calificada de dos terceras partes de la votación.
Por supuesto, porque esto es política, los bandos procedieron a acusarse unos a otros; pero la realidad es que ni siquiera entre sus aliados Morena pudo hacer un frente unido. Fernandez Noroña, por ejemplo, votó en contra argumentando que la propuesta pretendía “entregar atado de pies y manos al presidente electo a la oligarquía, al Poder Judicial y a los adversarios del pueblo”. El punto es, que se confirma que el bloque que desde afuera se ve sólido y teñido con los colores del partido del presidente, en realidad es una amalgama de gente de muy diversos intereses, que puede resquebrajarse cuando se toquen temas importantes. Morena lo tendrá difícil para modificar la Constitución a piacere

El otro es la férrea defensa institucional que el poder Judicial está haciendo de nuestras leyes y que tiene su punto contencioso en la llamada Ley de Remuneraciones.
Como para el gobierno entrante la imagen de austeridad republicana lo es todo (aunque ya platicamos la semana pasada que de ahorro real, nomas nada) aprobó dicha ley; que modifica el artículo 127 de nuestra Carta Magna y establece que ningún funcionario público puede ganar más que el presidente. El problema es que hay otro artículo, el 94, que indica que los sueldos de los ministros de la Suprema Corte no pueden ser disminuidos durante su encargo.
Así las cosas, en cuanto se aprobó la reforma, la SCJN aceptó un recurso legal y la declaró inconstitucional. El golpeteo, que es donde el presidente López mejor se mueve, no tardó en empezar. Que si los ministros ganaban tanto y cuánto, que si era un abuso y una vergüenza. Vaya, el presidente se atrevió incluso a llamarlo “otra forma de corrupción”. ¡Al mero hecho de hacer su chamba y señalar incongruencias en el más importante compendio legislativo del país!


¿Que los ministros ganan demasiado? Muy probablemente. Pero definitivamente no son ni el enemigo a vencer, ni están tratando de oponerse a la mala al presidente. La mismísima Olga Sánchez Cordero, exministra de la SCJN y secretaria de Gobernación, salió a declarar que le había explicado personalmente al presidente que es inconstitucional bajar los sueldos de los ministros. Y la Corte había propuesto desde hace mucho algunas maneras de conseguir un ahorro en el Poder Judicial de 5 mil millones de pesos, sin necesidad de tocar los ingresos.

Se trata pues, pienso, de una estrategia del presidente para, aprovechando su popularidad y su hábil control de medios (ahí los tiene todos los días a las 7 de la mañana puntuales) para demeritar y golpear la legitimidad de la otra institución que puede hacerle sombre y detenerle: El Poder Judicial.

Son nuestras dos armas, las dos instituciones que acompañan al Ejecutivo en el ejercicio del poder en este país y están funcionando como deben, acotándo, resistiendo. Hay que acompañarlas, hay que exigirles, hay que protegerlas. Porque si para defender la democracia, como sostiene López en su discurso, hay que atacar la independencia de nuestras propias instituciones, quizá lo que necesitamos es una conversación sobre si verdaderamente quiere una democracia...

martes, 4 de diciembre de 2018

La austeridad sale carísima

No sé qué tiene de complicado el concepto de “austeridad” que parece que elude a los más agudos pensadores de la 4ta transformación (no preste atención al oximorón, lo de “pensadores” es un decir).
En estricto apego al diccionario, la palabrita es un adjetivo que significa sobrio, morigerado y sin excesos; de donde se desprende que se trata de ser reservados, gastando apenas lo necesario y sin dispendio. ¿Cómo puede pues, la cuarta transformación, sangrar dinero de tan fea forma en nombre de la “austeridad”?

Empecemos por el avión presidencial, culmen y ejemplo perfecto del derroche de gobiernos anteriores. En aras de cuidar su imagen de hombre “de pueblo” nuestro nuevo presidente insiste en viajar en aerolíneas comerciales y por lo tanto ha decidido vender la aeronave (junto con el resto de la flota gubernamental). Lo que el señor López no parece haber considerado, porque a él y a su equipo eso de hacer matemáticas no se les dá, es que podríamos llegar a perder hasta $219 millones de dólares con la ocurrencia.

De acuerdo con la firma consultora Flight Ascend Consultancy, la compra del avión fue bastante razonable y práctica. Fue apenas el sexto Boeing 787 que se construyó y comenzó su operación como un avión de pruebas, lo que lo ubicaría como un avión temprano, más pesado y menos refinado que el diseño final. El tipo de avión que en la jerga del negocio se le conoce como “terrible adolescente” —por los problemas de ensamblaje que naturalmente enfrenta cualquier producto al salir de una línea de producción nueva— y que permanecen en los hangares durante años. Así que mal negocio, o una aeronave de súper lujo, tampoco fue.

Las que fueron ventajas al momento de comprar, van a ser obstáculos al momento de vender. Es un modelo que hay que reacondicionar para la operación comercial y que no tiene el desempeño de los 787 que podrían comprársele a Boing en este momento. Ascend calcula que en el mercado actual, el avión podría venderse en $81.6 millones de dólares a una aerolínea comercial o a $142.4 millones si se le vende a un privado, $76.3 millones menos de lo que se pagó por él, en el mejor de los casos. Por si fuera poco, no es el único que está en el mercado: HNA Group Co. de China está vendiendo su flota de aviones privados, incluido un 787, según informó Bloomberg en octubre pasado.
De la necedad de sacarlo del hangar presidencial y perder dinero rentando un espacio en California, mejor ni hablamos.



Y ya que estamos hablando de aviones y despilfarro, se sigue trabajando en el aeropuerto de Texcoco porque una vez más, resultó que la planeación no es el punto fuerte de la administración entrante. Que no le doren la píldora ni pretendan venderle la recompra de bonos del aeropuerto como la primera parte de un “plan maestro”, se trata de un vil bomberazo.
A los tenedores de los bonos se les garantizó su inversión con lo que se recaude de la TUA del nuevo aeropuerto. Si se detienen las obras, o el gobierno hace siquiera alguna finta institucional de querer cancelarla, dichos tenedores tendrían todo el derecho de demandar al gobierno mexicano por el monto de su inversión y eso automáticamente quebraría al país. Por eso, mejor comprar los bonos poco a poco, porque el gobierno mexicano no se va a demandar a sí mismo.

Bueno, “poco a poco” es un decir. Recomprar bonos por 1.8 mil millones de dólares no es precisamente una baba de perico. Para ponerlo en perspectiva, esos 34 mil 300 millones de pesos (según el tipo de cambio actual) son tres veces lo que recibió la Secretaría de Cultura en este año fiscal; cuatro veces el presupuesto de la Secretaría de Relaciones Exteriores y es casi tres mil millones de pesos más que todo el presupuesto de la Secretaría de Marina. ¿Y con qué lo van a pagar? Sabrá Dios. Yo no creo que tengan tanto en la caja chica.
Y es dinero que se va directito a la basura ¿Eh? Porque los bonos que se están comprando representan derechos sobre las utilidades futuras producto de la operación del aeropuerto, pero la única razón por la que se están recomprando es para poderlo cancelar.

¡Chanfle! ¡Qué cara nos sale la austeridad!

martes, 27 de noviembre de 2018

Cuento de Terror



Descanse en paz Carlos Alberto Bonnin, Comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (a partir de este punto: INAI, porque apa trabalenguas) que falleció este lunes.
No es mi intención alimentar el morbo al dedicarle al occiso el espacio semanal, pero es que mientras más notas leo respecto al tema, más enarco la ceja y más siento el escalofrío recorrerme la espalda. ¿Qué pasó con el señor Bonnin?

Sucede que originalmente el lunes, el INAI comunicó que Bonin había sufrido un infarto en al corazón dentro de las instalaciones del instituto y que fue trasladado de emergencia al Hospital Ángeles, donde poco tiempo después habría perdido la vida. La narrativa era la de una tragedia lamentable, pero no inusual, en estos tiempos donde la obsesión por el éxito está más fuerte que nunca y las presiones de la vida y el trabajo, aunado a un mal manejo del estrés, son receta para el desastre.

Las que llamaron la atención fueron las notas de ayer martes. Aparentemente, a los compañeros de Bonnin les pareció detalle menor y no digno de mención el que, antes del fatídico infarto que terminó quitándole la vida, Carlos Alberto se haya desplomado desde el quinto piso de las instalaciones del Instituto y que esa era la razón real por la que se lo llevaron de urgencia al hospital.
Aparentemente, admitieron luego, el comisionado había subido a la terraza en el quinto piso del edificio a fumar, tropezó con unos cables y, pasando por encima del barandal que delimita el área, cayó hasta la planta baja.
Primera pregunta ¿Por qué omitir esta parte de la narrativa en el comunicado original? (Y no, no se me escapa la ironía de que haya sido el INAI quien ocultara los hechos)

Aquí empiezan las coincidencias y los detalles convenientes. No hay vídeo del tropiezo. Las cámaras de seguridad captan la imagen de Carlos Alberto subiendo por las escaleras mientras habla por teléfono, luego entra a un punto ciego y cuando vuelve a aparecer en los vídeos, va cayendo.

No sé, un hombre de 38 años, sin discapacidad alguna, plenamente despierto luego de subir andando cinco pisos de escaleras y sin motivos ni tendencias suicidas conocidas, recién nombrado (en abril pasado) Comisionado responsable de hacer transparente la operación gubernamental, de pronto pierde la vida ¿por tropezarse con un cable? ¿y saltándose el barandal de seguridad?

Y no es solo la inverosimilitud de la caída, es el intento de ocultarlo, la rápida respuesta de la Procuraduría Capitalina para decir que “ninguna fuerza externa” lo había hecho caer…

Por la posición que ocupaba como responsable de transparencia ¿De qué no se habrá enterado este señor? ¿A cuántos no habrá incomodado? ¿En qué juego ya no quiso participar, o en qué situación se acomodó que prefirió la muerte a continuar?
Todo está en teoría, pero el escenario es tétrico, macabro. Casi del tamaño de las tragedias de Colosio y Ruiz Massieu, pero tantito más elegante. ¿Será que House of Cards no es nomas ficción, chatos?

martes, 20 de noviembre de 2018

Mitomanía

“Soy muy cuidadoso con lo que digo” dijiste el lunes, Andrés, en el programa televisivo Tercer Grado. ¿Será? Me pregunté yo, porque haciendo tantita memoria me vinieron a la cabeza varias ocasiones en donde abiertamente has cambiado drásticamente de discurso y actuado como si esa hubiera sido tu postura desde el principio, en un ejercicio de doblepensar con el que hasta George Orwell quedaría impresionado.


La participación del ejército, de una forma u de otra, en las labores de seguridad interior contra el narcotráfico es quizá la más evidente. Está muy complicado borrar quince años de discursos en plazas públicas atizándole al ejército y a los gobiernos en turno, sobre todo en estos tiempos de benditas redes sociales donde todo queda inmortalizado. Pero no es la única contradicción. ¿Que tal con el tema del precio de los combustibles? ¿Cuántas veces apareciste frente a una bomba de gasolina, insistiendo que cuando ganaras las elecciones detendrías los gasolinazos? Y de lo primero que hizo tu equipo de trabajo al confirmarse tu victoria fue matizar “Ajustes inflacionarios”, los llaman ahora.

¿Y de la persecución a los corruptos? También en ese rubro te mordiste la lengua el lunes. Fue pilar de tu larguísima campaña y sin embargo:
"Es tanta la corrupción en México que no nos alcanzarán las cárceles ni los juzgados, pero si somos honestos, como lo somos, tenemos que empezar con los de arriba de tiempo atrás y eso nos meterá en un pantano de confrontación"
¡Me lleva el chanfle, todo mal con esa frase!
“Si somos honestos, tenemos que empezar con los de arriba de tiempo atrás” ¡Va! ¿Cuándo empezamos? “Pero eso nos metería en un pantano de confrontación, y por eso no lo vamos a hacer” ¡Ups! ¿Somos o no somos honestos, entonces? Si nuestra honestidad nos compele, nos obliga; si “tendríamos” que hacer algo ¿Por qué no lo hacemos? ¿Y el argumento es no meterse en “un pantano de confrontación”? ¿Y de cuándo acá es sencillo o cómodo hacer las cosas bien, Andrés? (Así pediste que le dijeran, no crea que ando de igualado) ¿O a poco creíste que todo sería miel sobre hojuelas?

¿Dónde quedó tu lapidaria “Nadie por encima de la ley” si cuando te increpan por tus consultas abiertamente sentencias: “Si hacíamos la consulta conforme a la legalidad, hubiéramos tenido que esperar demasiado”? ¡Con un demonio! ¿Quién te dijo que ignorar la ley está bien si tienes prisa? ¿Cuántas cosas más planeas hacer ilegalmente sólo porque te comen las ansias?
La consulta para el Tren Maya y la refinería en Dos Bocas es hasta finales de esta semana y sin embargo ya se destrozaron 300 hectáreas de vegetación sin autorización ni permiso alguno en el terreno donde se va a montar la refinería, y el Tren Maya ya tiene fecha para arrancar la construcción ¿Qué prisa llevas o a quién le debes?

Presumes de una intachable honestidad Andrés, y sin embargo, tratas de engañar constantemente; a ti mismo en primer lugar. Lo peor es que pretendes que te sigamos la corriente y perdón, pero con mitómanos yo no juego

martes, 13 de noviembre de 2018

Chairos y Fifís



Se celebró el domingo la marcha en defensa del Proyecto de Texcoco para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y por extensión, según entiendo, en defensa del estado de derecho y en contra de las decisiones arbitrarias legitimadas a través de encuestas a modo.
Pienso que la intención fue loable. Celebro la capacidad de reunir a cinco mil quinientas personas (estimaciones de la policía capitalina) en tan poco tiempo y únicamente a través de las redes sociales. Es síntoma de la existencia de un sector de la población súbitamente interesado en política. Y evidencia de que existe quien no se siente representado por el gobierno entrante y que quiere hacer algo por remediarlo.

Las manifestaciones multitudinarias públicas tienen varios problemas inherentes. Es difícil, por ejemplo, darles dirección; establecer un objetivo o reclamo concreto. Apenas una minoría de los presentes el domingo tenía una agenda anti-inmigrante, sin embargo, la imagen que circula en redes es la de una señora con bastón que muy sonriente sostiene una pancarta con la leyenda “No + Inmigrantes Indeseables”. 
Por otro lado, las marchas raras veces pueden apuntarse victorias tangibles. Y el ejemplo contundente es que, apenas al día siguiente de la marcha, el presidente electo anunció otra “Multiconsulta” sobre el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el Tren del Istmo y diez programas sociales prometidos durante la campaña, con exactamente la misma mecánica que la del Aeropuerto. Cachetada con guante blanco.
Entonces, la primera conclusión que saco de la marcha es que, como sociedad, nos urge encontrar una manera más efectiva de hacernos escuchar.

Hay otra lección quizá aún más importante que podemos rescatar de la marcha; una advertencia: La gente en el poder nos está dividiendo y enfrentando para su placer y provecho. Y para muestra, dos palabritas: Chairo y Fifí, dos apelativos utilizados para menospreciar y minimizar la posición ideológica del otro y con los que se dieron vuelo el pasado fin de semana en redes sociales.
Utilizar la palabra “Chairo” encasilla a todas las ideas de izquierda en la figura de un fósil porro clausurando el Auditorio Justo Sierra, “Fifí” hace parecer que toda la derecha es la del mirrey adinerado de Lomas de Chapultepec; cuando el espectro ideológico, cultural y económico de México es mucho más amplio. Al usar “Chairo” o “Fifí” minimizamos las necesidades, luchas y el sentir de muchos mexicanos que no son menos importantes que otros, les deshumanizamos y nos privamos de alternativas que sólo se hacen disponibles si se usa el diálogo.

Le pongo un ejemplo: ¿Por qué Santa Lucía O Texcoco? ¿Por qué se nos obliga a elegir de tajo un proyecto u otro habiendo tantos puntos intermedios que podrían dejar a más gente satisfecha? ¿Por qué hay que elegir entre un atentado ecológico o una solución funcional al problema aeroportuario? ¿Por qué hay que elegir entre los cochupos del presidente en turno o los del presidente entrante? Y lo peor ¿Qué placer enfermizo encontramos, o qué superioridad inútil sentimos al llamar si llamamos al otro “fifí” o nos llaman a nosotros “chairos”?

Es indiscutible que hay, entre quienes apoyan el proyecto de López y quienes no, una distancia ideológica insalvable. Pero la democracia, se supone, está establecida para que esos dos extremos y todas las posiciones políticas e ideológicas entre ellos, encuentren coincidencias y alcancen acuerdos en un punto intermedio a través del diálogo. Pero cuando procedemos a tratarnos de “Chairos” y “Fifís” esas oportunidades de encontrar puntos intermedios se van perdiendo y nos convertimos en perros de pelea ladrándonos unos a otros la agenda de diferentes grupos de poder. Y el chiste no es pedirle aquí respeto al color de la correa del otro, sino dejar de ser perros. Somos todos mexicanos e independientemente de nuestro pensamiento político, a todos nos interesa el progreso de nuestras familias y del país. 

Me permito concluir mi mensaje semanal con algunas citas del libro que acabo de terminar de leer. Se llama: “Para combatir esta era: Reflexiones urgentes sobre el fascismo y el humanismo” y lo recomiendo ampliamente. 

“El fascismo es un fenómeno político que no ha desaparecido con el fin de la guerra y que pervive como la politización de la mentalidad del rencoroso[...]. Es una forma de política empleada por los demagogos, cuyo único móvil es la ejecución y ampliación de su poder, para lo cual explotarán el resentimiento, señalarán chivos expiatorios, incitarán el odio, esconderán un vacío intelectual debajo de eslóganes e insultos estridentes, y convertirán el oportunismo político en una forma de arte con su populismo.”
“No deja de sorprenderme la facilidad con la que emitimos juicios que no son más que meros prejuicios —y, como tales, son tan consistentes como un pedazo de chocolate que se derrite al sol—.”
“Quien pretenda realmente ser un humanista rechaza toda forma de fanatismo y aprende la cortesía del corazón y el arte de la conversación, el diálogo.”
“No podemos esperar cambios de las élites del poder. Constituyen el poder, detentan el poder, porque su visión del mundo representa la expresión de la sociedad en la que vivimos. Si la sociedad cambia, pierden su poder”
¿Qué tal, eh?
Se lo dejo de tarea y nos vemos la próxima semana

martes, 6 de noviembre de 2018

Manejar la crítica

Esta sábado el semanario Proceso presentó su número 2192 en los puestos de revistas de todo el país. La portada presenta un, la verdad sea dicha, nada favorecedor primer plano del presidente electo junto con la leyenda: “AMLO se aísla. El fantasma del fracaso”. Al interior de la revista, varios artículos desmenuzan algunos puntos interesantes de esta transición. En entrevista, el constitucionalista Diego Valades explica cómo siente poca sincronía entre el señor López y las bancadas de su partido en el Congreso. El presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, hace una dura crítica a la cancelación del proyecto en Texcoco; pero en otro artículo tratan del cuando menos curioso silencio de la industria privada ante la cancelación de otros megaproyectos de infraestructura durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Y todo esto es apenas una pequeña parte de un índice que toca muchos otros temas (la caravana migrante, por ejemplo).


A lo que voy es, se trata de una publicación estándar para Proceso, normalita, como las que publican cada semana. Y sin embargo, tratandose de una publicación tan ordinaria, la reacción por parte del equipo de López y de sus seguidores en redes ha sido bastante extraordinaria.
“Todavía no toma posesión y ya está «solo» y a punto del «fracaso»” Escribió Beatriz Gutierrez Müller en Twitter “El conservadurismo, de izquierda o de derecha, nubla el juicio y da pie a conjeturas fantasiosas. Los extremos pueden tocarse y abrazarse. Bienvenida la pluralidad y el debate. Lo bueno es el desenmascaramiento.” ¿Osea que en cuanto osan criticar a su marido se “desenmascaran” como "Mafia del Poder", señora Gutierrez? ¿Acaso es eso?

El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres rápidamente salió a acotar en lo que le tocaba: “Diego Valadés no ha entendido nada, no entiende cuál es el proyecto de transformación que se va a llevar a cabo en el país. No entiende la nueva etapa jurídica y política en México y no entiende lo que se está aprobando y por qué se está aprobando. No tiene ninguna razón en ninguna de sus afirmaciones y suposiciones” aseveró en entrevista con Carmen Aristegui. ¿Cuál será esa nueva “etapa jurídica”? me pregunto yo, no sin cierta preocupación. Lo que hemos visto hasta el momento es un atropello al estado de derecho de inusitadas proporciones bajo el estandarte y justificación de “30 millones de personas votaron por nosotros”.

El mismo López también se tomó el tiempo para llamar a la revista “amarillista y sensacionalista” (eso desde siempre Andrés, díganos algo que no sepamos) y dolerse de que las fotos lo mostraban “decrépito y chocheando” (que conste que eso no lo hemos dicho nosotros). 

Tres preguntas que me hago luego de semejante teatrito
  1. Si cada que Proceso saque una portada provocativa van a montar estos escandalitos, la gente de Morena va a tener un sexenio largo como la cuaresma. ¿Para qué desgastarse de a gratis?
  2. ¿Por qué el doble rasero con Proceso según quien es el blanco de su periodismo? No vi a nadie linchar a la publicación cuando era Peña quien ocupaba sus portadas, con implicaciones igual o más agresivas
  3. Sin importar cuan bien intencionado sea el señor López o qué tan bien asesorado esté (ambas premisas más que discutibles), será innevitable que cometa errores (al juzgar de más de alguno, ya los ha cometido y a montónes). Nadie es perfecto. “Errare humanum est” y hasta donde me quedé, el Macuspano seguía siendo de carne y hueso. Cuando cometa ese error indiscutible ¿Quién lo va a señalar? ¿A quién sí le van a creer?
¿Alguien que quiera aventurarse a contestarme?

"Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas."
Cayo Cornelio Tácito - Senador, Cónsul y Gobernador romano

martes, 30 de octubre de 2018

Las batallas que vienen

De manera deliberada esperé hasta esta semana antes de tocar el tema del aeropuerto porque, como cualquier padre o madre de hijos pequeños sabe muy bien, tratar de dialogar con un niño haciendo una rabieta es una pérdida monumental de tiempo y energía.
Participar en el debate del aeropuerto era un poco así. Andrés Manuel supo presentar las cosas en una falsa dicotomía en donde las únicas opciones eran A, o B. Texcoco, o Santa Lucía. El régimen corrupto, o la cuarta transformación. Una mezcla muy extraña en donde la ideología política se mezclaba con el dato técnico y la realidad dura. López transformó la que debía ser una estudiada decisión de expertos, en un circo mediático que le diera la justificación para hacer lo que quería hacer desde el principio y calificó a todo el tinglado de “ejercicio democrático”


Tampoco fui a votar a su pseudoconsulta. Para mi estaba claro que se trata de hacer el circo con tal de poder anunciar lo que López quiere hacer sin necesidad de comprometerse con lo que decía, ni cargar las culpas de lo que su decisión implica. La encontré falta de los elementos esenciales mínimos para que pudiera confiarse en la validez de sus resultados. Votó menos gente en cuatro días que la que participó como funcionaria de casilla el 1° de julio. Boletas sin folio, elección sesgada de los puntos de consulta, cero candados para asegurar una participación única por ciudadano, cero protocolo para resguardar las urnas de un día para otro, una absoluta ignorancia de parte de los organizadores para el tratamiento de datos personales son solo algunos de los peros que podemos ponerle al ejercicio.
Y sin embargo el lunes, después de conocer los resultados de una encuesta visiblemente amañada y sin validez a todo el mundo pareció inundarlo una sensación de abatimiento y derrotismo ¿Por qué?

Esto no se trata del aeropuerto, se trata de cómo reaccionamos a lo que pasa en nuestro país. En concreto, de como reaccionamos con cualquier cosa relacionada con López. Es probable que la reacción de los mercados el lunes si haya sido, en parte, por los disparates del señor, pero otro tanto bien pudieron haber sido en respuesta a una sociedad que no sabe hacerle frente a su gobierno. Y no lo culpo, es normal. Llevamos años bajo la filosofía del “papá gobierno” que nos da miedo andar de contestones con papá y es así precisamente como nos quieren.

Vengo a recordarle que López todavía no se sube a la silla y que hasta entonces podrá decir misa, lo mismo da. Que el mamarracho de pseudoconsulta que esgrime como argumento incontestable no tiene valor alguno porque estuvo hecha con las patas y que “la opinión de la gente” no es una causa incluida en la Ley de Obra para cancelar contratos válidos, legales y vigentes. Hoy por hoy, la construcción del NAICM en Texcoco sigue y lo único que se ha movido y lo único que se ha gastado, es la saliva de López. Que le aproveche.

No aceptemos como inevitable algo que no ha sucedido. Aún con la banda presidencial cruzándole el pecho, el presidente es apenas una de las tres instituciones en los que está repartido el poder en nuestro país. La decisión del NAICM entre muchas otras pasarán por las manos de nuestros legisladores. ¿Le preocupan las locuras de López? Ocúpese en poner a trabajar a sus representantes. ¿Ya sabe quienes son? ¿Ya sabe cómo contactarlos? Métase a www.quienmerepresenta.com y averígüelo si hace falta. Exígales que le representen adecuadamente, pídales cuentas y hágales saber su postura. Invite a sus familiares y amigos a hacer lo mismo.

Andrés Manuel un niño emberrinchado que grita, patalea y mete miedo hasta que se haga lo que él quiere. Es un hombre de ideas cambiantes y lengua suelta que se contradice continua y espectacularmente (¿Se enteraron de la última que se aventó? ¿Que Televisa era “extraordinaria” y “un orgullo” para el país? Qué bárbaro de veras). ¿Será un peligro en la presidencia? Sí, en la medida en que nos dejemos amedrentar, en la que tomemos su palabra como ley inamovible y lo dejemos hacer.
Hay que estrecharle el corral y para eso, vamos a necesitar mover al congreso, vamos a necesitar abrazar a nuestras instituciones y ponerlas a funcionar para que sean límites y no comparsas.

Despreocúpese, el tema del aeropuerto está lejos de estar zanjado, consulta o no consulta. Más bien ocúpese y prepárese para usar a su legislador como arma, se nos vienen batallas interesantes

martes, 23 de octubre de 2018

Que entren, con orden.

El hecho de que los libertarios destaquemos los aspectos positivos del fenómeno migratorio (la riqueza cultural, que implique más gente para comerciar, para producir, para trabajar, etc.) no significa que no reconozcamos el conflicto entre dos libertades: la libertad de unos de entrar a un territorio y la libertad de los dueños de ese territorio de definir las reglas y condiciones de quién puede entrar. Yo no puedo entrar a cualquier casa bajo el argumento de que estoy ejerciendo mi derecho de libre tránsito y el propietario de la casa tiene todo el derecho de impedirme la entrada. Este principio tan sencillo a nivel individual, aplica igual en la propiedad del Estado. ¿Quién va a dejar entrar a un extraño en su casa? 

El control fronterizo tiene además otra razón de ser. Todo migrante trae consigo cierta mentalidad, cierto bagaje cultural, que colectivamente sostiene las instituciones de su país de origen. Si pudiéramos retirar de Suiza a todos sus habitantes y los sustituyéramos por entero de latinoamericanos, árabes o indios. ¿Suiza seguiría siendo Suiza? ¿Sus instituciones seguirían funcionando igual o cambiarían? ¿Para mejor o para peor?
Y no, eso no significa que por aceptar a la caravana nos vayamos a transformar en Honduras. Son apenas siete mil personas en un mar de ciento treinta millones de mexicanos. Si la influencia migratoria es pequeña, esta suele adaptarse con los años e integrarse al país que la recibe, pero si esta influencia es demasiado grande, empieza a producir transformaciones profundas y a institucionalizarlas. Para muestra, las profundas transformaciones que ha sufrido Estados Unidos y los paises europeos a raíz de la inmigración.

¿En qué quedamos con la caravana entonces?
Aceptémoslos, pero bajo un esquema legal y controlado. Leyes laxas, pero que permitan al mismo tiempo tomarle el pulso a la influencia que estén teniendo sobre nuestro país de manera que podamos construir las instituciones que queremos y necesitamos, no las que nos impongan. 


No, no creo que vengan a quitarnos empleos (en palabras de un cómico norteamericano: si una persona sin papeles, sin educación y sin hablar el idioma consigue quitarte la chamba, entonces quizá el migrante no sea el problema). Tampoco creo que la caravana sea tapadera de criminales (aunque sí pienso que más de algún aprovechado habrá en sus filas). Pero sí hay varios puntos que encuentro problemáticos. Es evidente que hay un gran apoyo externo en cuanto a organización y financiamiento. ¿De quién? ¿Por qué? Cui bono? Un vídeo grabado el pasado martes 16, aún en Guatemala, ubicó entre los organizadores a personas armadas ligadas al narcotráfico repartiendo 100 quetzales por cabeza. Ayer martes Excelsior publicó otro vídeo, ya en Tapachula, en donde dichos organizadores amenazan y amedrentan a la columna para que sigan las órdenes de los guías y permanezcan juntos, avanzando en grupo. Llegan incluso a azuzarlos con tasers. ¿Ha notado todo el circo mediático alrededor del evento cuando apenas en abril pasado cruzaron 1,200 personas sin que nadie dijera ni pío, cuando hemos visto las imágenes de La Bestia llena de personas encaramadas en sus vagones sin que se arme tanto jaleo?

Mi familia extendida está llena de migrantes que han estudiado y trabajado en países como Brasil, Argentina, Panamá, Canadá, Estados Unidos, Francia o Reino Unido. Algunos están ya haciendo vida en el extranjero, o consiguiendo la nacionalidad de su país de destino. La empresa donde trabajo trae a México a gente de la India, Rumanía o Alemania a trabajar con nosotros aún si, probablemente, pudiéramos encontrar connacionales con el perfil requerido para ocupar sus puestos. Como libertario, mi respeto a la libertad del individuo de buscar fortuna como mejor le parezca me obliga a considerar algún tipo de esquema migratorio. Ni por experiencia personal, ni por convicción política tengo argumentos para oponerme al fenómeno de la migración y sin embargo, también sostengo que quien piense que esto se trata de un movimiento autónomo y espontáneamente organizado peca de inocente y precisamente por eso necesitamos un control en la frontera.

miércoles, 17 de octubre de 2018

La carreta antes que el caballo

Trascendió ayer que, en un documento titulado “Una ruta para elevar las tasas de reemplazo en México: Las aportaciones y subsidios en el Sistema de Ahorro para el Retiro”, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) propuso incrementar las aportaciones obligatorias totales y escalonarlas de acuerdo con el salario (esto es, que quien gana más, que pague más) La propuesta, dicen, permitiría una mejor cobertura de las pensiones al momento de abandonar la vida laboral activa.
 

En el diagnóstico que hace la CONSAR, se identifican dos grandes desafíos: El primero: Que para los trabajadores de salarios bajos la cobertura de las pensiones será insuficiente (no todos van a tener pensión), consecuencia de un alto nivel de informalidad en el mercado. Y segundo: Que, para los trabajadores de ingresos medios y altos, la tasa de reemplazo (esto es, la relación entre su primer ingreso por jubilación y su último ingreso por sueldo nominal) son insuficientes.

La CONSAR pone la carreta antes que el caballo y explica que, mientras se potencien los subsidios que perciben los trabajadores de menores ingresos (la cuota social que pagamos los demás) y se incrementen las posibilidades de obtener una pensión, se fortalece le incentivo para que permanezcan en la formalidad. Y que, como mejorar la tasa de reemplazo de los trabajadores de ingresos más altos, pasa necesariamente por incrementar el monto de sus aportaciones bimensuales, un incremento escalonado es una solución ganar-ganar.

Ajá, sí… claro.

Sin entrar en el dilema de si un sistema de pensiones centralizado es deseable o no, necesario o no, y en el que nos podríamos aventar horas, es importante señalar que el Sistema de Ahorro para el Retiro, así como lo conocemos y funciona en México hoy, es un importante disuasorio del empleo formal. Por lo tanto, que pretendan usarlo para “incentivar a permanecer en la formalidad”, no tiene el más mínimo sentido.

Me explico. Aunque el gobierno se llene la boca diciendo que el Ahorro para el Retiro es una subcuenta donde aportan patrón, empleado y gobierno en beneficio del trabajador, la realidad es que la proporción de las aportaciones no es nada pareja. El empleado, el principal interesado, aporta el 1.125% de su salario base de cotización (SBC) que le retienen; pero el patrón le mete el 5.15% del SBC. Y decir que el gobierno aporta es ser exageradamente generosos considerando el pírrico .225% del SBC con el que contribuye.

Quien sale perdiendo es quien ni vela tiene en el entierro, el patrón. Sígale sumando otros impuestos, como el 2% sobre nómina, y los costos de dar empleo formal se encarecen. De pronto hacer dagas como registrar a los trabajadores con un salario menor al que realmente tienen, pagar a través de honorarios o de plano volverse informales se va viendo cada vez más atractivo. ¿Y la CONSAR quiere encarecer el empleo formal para fomentarlo? Lo siento, la lógica no me cuadra.

Y en cuanto a las personas de ingresos medios y altos. Aclaremos algo esencial: La responsabilidad de ser previsores y anticiparnos a las necesidades y condiciones de vida que enfrentaremos al llegar al final de nuestra vida laboral recae única y exclusivamente en cada uno de nosotros. Con un sistema bancario privado y competitivo como el que tenemos funcionando en el país, prácticamente todo el mundo puede montar un esquema de ahorro según mejor le convenga. Si las personas de ingresos medios y altos no están haciendo las aportaciones voluntarias adicionales. ¿No se le ha ocurrido a papá gobierno que tienen otras, mejores, maneras de invertir su dinero y conseguir dividendos? 

¿Y si en lugar de ponerle parches a los parches, forzando al contribuyente cautivo y al trabajador formal a pagar todavía más, se simplificaran y redujeran los trámites y requisitos para montar una empresa conforme a la ley? ¿No sería más prudente, quitar las trabas que encarecen el tener empleados? ¿Facilitar que la economía se desarrolle y la gente gane lo suficiente para ahorrar voluntariamente para su retiro? ¿Y si en lugar de entregarle la libertad de qué hacer con nuestro dinero a papá gobierno, abrazamos la responsabilidad individual de anticiparnos a nuestro retiro? 

¿Acaso no serían las cosas bien distintas?

martes, 9 de octubre de 2018

La cultura de la mediocridad

Probablemente no se haya enterado, porque no acapara reflectores como la versión con mayores de edad, pero en estos días (del 6 al 18 de octubre) se están llevando a cabo los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, Argentina. La celebración juvenil, que tuvo su edición inaugural apenas en el 2010, es promovida por el Comité Olímpico Internacional y hoy da cabida a 3,600 atletas de entre 14 y 18 años y de todas partes del mundo. 
No solo se trata de una justa deportiva; el desarrollo integral de los jóvenes atletas es primordial. Por ello, con cada edición, y de manera paralela, se presenta también un Programa de Cultura y Educación (CEP, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, en su edición inagural, los estudiantes locales de Singapur montaron puestos en la “World Culture Village” representando a cada una de las 205 naciones participantes. Y los participantes tuvieron sesiones “Chat with Champions” donde escucharon pláticas inspiradoras ofrecidas por atletas olímpicos anteriores y actuales.

Es un programa extraordinario, multinacional y orientado a imprimir en nuestros jóvenes (los de la humanidad entera) el espíritu olímpico tan positivo y que tanta falta hace en el planeta hoy en día. Es un esfuerzo más por explorar los límites de la especie humana “Citius, Altius, Fortius”. "Más rápido, más alto, más fuerte"

Así que.. ¿Por qué? ¿Oh, por qué, cuando un fanático pregunta por el medallero, una institución que aboga por la superación continua y exalta la excelencia, sale con un desporpósito como este?


A pesar de su loable perspectiva cultural y educativa, los Juegos Olímpicos de la Juventud siguen siendo una justa deportiva, una competencia. Por definición las pruebas están diseñadas para enaltecer a quien más esfuerzo ha invertido en perfeccionar su disciplina, a quien tiene la tenacidad de seguir y mejor rinde El medallero funciona igual a un nivel colectivo. Se trata de reconocer a la nación que ha puesto los mejores medios y las mejores políticas para que sus atletas, su juventud, se desarrolle y crezca. Así, quienes se levantan victoriosos pueden servir de ejemplo e inspiración para el resto de nosotros.
Si no hay esa diferenciación clara entre quien consigue los resultados y quien no lo hace, nos estancamos como sociedad en un estadío de mediocridad pavoroso. ¿Para qué ser tan bueno como puedo ser, si de todas formas no me lo van a reconocer? ¿Para qué pasar por este árduo esfuerzo, si el resultado va a ser el mismo que el de quien no se esfuerza?

Desafortunadamente, se ha instalado en nuestra sociedad la absurda idea de que hay que proteger a nuestra infancia y juventud de cualquier adversidad y de cualquier contratiempo. Buscamos protegerlos de esos tempranos “traumas”; sin pensar que son esas mismas adversidades que enfrentamos de pequeños las que nos preparan para los grandes desafíos de la vida adulta.

Actualmente se premia cualquier cosa y se valora el esfuerzo por sí mismo y no por sus resultados. No estamos acostumbrados a perseverar por periodos de tiempo superiores a los cinco minutos, a persistir en las metas, alcanzarlas y sentirnos realizados por ello. Nos rodea una nauseabunda necesidad de inmediatez y un nefasto sentido de merecimiento absoluto por el mero hecho de participar y existir.

¿Por qué es importante?
Porque en la historia de la humanidad, nada que haya valido la pena se ha alcanzado sin apretar los dientes y continuar aunque las cosas se pongan difíciles. Porque es ese sentido de merecimiento el que tiene a millones esperando que papá gobierno les entregue la vida que creen merecer y votando por promesas y no por realidades. Porque es esa necesidad de inmediatez la que está detrás de miles de relaciones rotas porque conectar profundamente con otras personas cuesta trabajo y lleva tiempo que no estamos dispuestos a invertir. En fin, porque esta filosofía de “educar” en un ambiente estéril, hipoalergénico y seguro, nos tiene fregados.

Es indispensable que volvamos a educar a nuestros hijos en la adversidad, que convivan con ella y aprendan a sobrellevarla; que la abracen y la aprecien, porque sólo a través de ella demostrarán realmente quienes son y todo el potencial que tienen.
Es indispensable, pues, que retomemos el espíritu olímpico, descrito en palabras de uno de sus pioneros, el sacerdote dominico Louis Henri Didon:
"La vida es simple porque la lucha es simple. El buen luchador retrocede pero no abandona. Se doblega, pero no renuncia. Si lo imposible se levanta ante él, se desvía y va más lejos. Si le falta el aliento, descansa y espera. Si es puesto fuera de combate, anima a sus hermanos con la palabra y su presencia. Y hasta cuando todo parece derrumbarse ante él, la desesperación nunca le afectará."

martes, 2 de octubre de 2018

Memoria histórica

Konrad Adenauer, político alemán, sentenció alguna vez que “la historia, es la suma total de todas aquellas cosas que hubieran podido evitarse”. Conviene prestar atención a sus palabras porque era un hombre que sabía de lo que hablaba. Como primer canciller de la República Federal de Alemania (Alemania Occidental), en sus hombros depositaron la responsabilidad de reconstruir y dar identidad a una nación que, luego de la guerra, quedó para siempre marcada con la sombra de la dictadura nacionalsocialista y sus crímenes.¿Cómo lidia Alemania con la realidad de que durante años estuvo dirigida por el que muchos no dudarían en llamar el hombre más malo que ha existido?

No fue nada fácil. Durante años ese periodo oscuro de la historia alemana permaneció fuera de las aulas y los libros de texto. Los horrores del holocausto no volverían a enseñarse sino hasta muchos años después, en los setentas y gracias a las protestas estudiantiles. Los jóvenes alemanes se dieron cuenta de que olvidar no era una opción y a partir de entonces, se levantaron memoriales y museos. En el aniversario número 70 del cierre de Auschwitz, fue la misma Angela Merkel quien aseguró que los alemanes no tenían derecho a olvidar: “es algo que les debemos a los millones de víctimas”.
Ciertamente no están enzalzando a Hitler, pero tampoco pretenden borrarlo de ningún lado. La historia se estudia como fue: se consideran los hechos, se entienden sus causas y se analizan las consecuencias. De esa forma los errores no se repiten.

Y mientras tanto en Mexico, 50 años después de un hecho trágico, pero ni de broma de las dimensiones de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, nos ahogamos en un vaso de agua por el retiro de unas placas con el nombre del expresidente que inauguró el Sistema de Transporte Colectivo Metro so pretexto de “cerrar ciclos”.


El gesto, inútil por donde los haya, corre un velo sobre la verdad de lo que pasó en Tlatelolco en 1968. “Dos de octubre no se olvida”, repetimos cada año pretendiendo que significa algo; pero ¿sabe el grueso de la población por qué protestaban los estudiantes? ¿si eran justos su reclamo? ¿Quién, sino unos pocos curiosos, se ha preocupado por entender las causas que le dieron vida, así como las razones de su abrupto final? 

Hoy el hecho histórico ha desaparecido, se ha transformado en un mito útil, un fantasma en la conciencia del mexicano promedio que de repente uno que otro político agita para llevar agua a su molino. ¿No me cree? Vea como los políticos se llenan la boca en discursos, hasta los mismos priistas. O lo invito a leer la pieza que publicó ayer “RT en Español”, un portal de noticias de capital y origen ruso. “Del 68 al triunfo de López Obrador: 50 años de lucha por la democracia en México” la titulan. ¿Hablan del 68? Apenas lo indispensable. No es una remembranza, no es un análisis, es algo mucho más burdo: un informercial que utiliza la muerte de los estudiantes para hacer ruido y promoción política. Para un político, cabe aclarar, que precisamente se unió a las filas del partido hegemónico poco después (porque hueso es hueso) y que tiene en su círculo íntimo a Porfirio Muñoz Ledo quien apoyó incondicionalmente a Diaz Ordaz después del hecho y que ahora cínicamente presidió la ceremonia aniversario.

Queridos lectores (los dos que tengo) estamos en la época de la posverdad y si no podemos conocer (ya no digamos defender) lo que supuestamente jamás deberíamos olvidar; entonces nos limitamos a un papel de tontos útiles; siempre “pueblo”, nunca “ciudadanos”




Addendum:

Hablando de ni perdón ni olvido y aquello de honrar la verdad histórica. ¿Se enteró de la boda de César Yáñez? Esa en la que sirvieron cena de cinco tiempos con langosta incluida. (#TupperChallenge ¡Pero para llevarnos pa'l recalentado!)
La cosa está bien fácil, cada quien se gasta la lana que quiere y puede cuando se va a casar. No sería el primero en tirar la casa por la ventana en un evento así. Total, se supone que pasa sólo una vez en la vida. 
El tema aquí es que tanto Yañez como su patrón (es vocero del presidente electo) han estado vendiendo con rotundo éxito el discurso de la austeridad. Más de treinta millones de mexicanos se los compraron. Y está cabrón (que las damas disculpen mi francés) tener los tamaños para decir con toda la seriedad del mundo que “se te caería la cara de vergüenza” si te vieran subiéndote al avión presidencial, pero no te de ni tantita pena que te vean en una boda de 870 mil pesos, cuando el novio reporta ingresos de 37 mil pesos mensuales y a su novia la acaban de sacar del tambo luego de estar acusada de lavado de dinero.
Menos mal que los políticos de siempre “ya se van” 

¡Memoria histórica, chavos!

PS: Admito, eso sí, que ha sido divertido ver a la prensa militante (esa que “le dolía México” convertida en prensa del corazón. ¡La cuarta transformación!




miércoles, 19 de septiembre de 2018

Golpeteo y contradicciones

Más de alguna vez a Mario Moreno le tocó interpretar a su popular personaje Cantinflas como político y candidato. Llevando al (ficticio) espacio público su característica manera de expresarse (y a veces hasta de contradecirse) consiguió sacarle a más de alguno una sonrisa con los malentendidos que provocaba y sus exhasperantes disparates. Por suerte para los personajes, Cantinflas era un personaje de humor sano y la cosa siempre acababa bien para casi todos los involucrados y la trama solo tenía importancia durante la duración de la película.

El problema es que no estamos en una película y en la vida real las declaraciones desafortunadas y contradictorias cuestan.

A principios de mes Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México (detalle no menor que conviene recordar en todo momento), sorprendió a propios y a extraños al declarar que recibía a un México estable, sin crisis política, sin crisis financiera. Que había problemas, seguro, pero que también había las condiciones para que él trabajara con su plan de gobierno. Hasta ahí todo bien. Es una declaración responsable. Sorprendente, quizá, porque el macuspano había construído toda su imagen de opositor a base de lapidar al gobierno en turno, pero razonable de un presidente electo que quiere una transición tranquila.

Luego dio el bandazo, el golpe de timón inentendible e irresponsable. 
Durante el arranque de su “Gira de Agradecimiento” (porque parece que la palanca de velocidades se le atascó en “Modo Campaña”) Andrés Manuel salió con la puntada de que le sería imposible atender todas las demandas del país, pues este se encuentra “en bancarrota”. 
¡Ah, caray! ¿En bancarrota? ¿Cuando somos el país número quince en tamaño del PIB nominal? ¿Cuando las finanzas del país están sanas y el FMI ofrece línea de crédito sin condiciones? ¿Cuando las calificadoras nos han mantenido como un país sólido para invertir? ¿Cuando tenemos las reservas internacionales más grandes de la historia? ¡Bancarrota la de agosto del 82, cuando hubo que suspender pagos y se dispararon los intereses!

Si fuera todavía candidato, o Juan Cuerdas, el abarrotero de la esquina, la desproporcionada declaración no habría pasado a mayores, pero se trata del presidente electo de la nación. Para los inversionistas la confianza lo es todo, es el punto de partida para iniciar proyectos que generen empleo y muevan la economía. Si después de salir de su reunión con el Secretario de Hacienda (el viernes) el presidente electo se avienta esta puntada ¿Dónde y cómo cree que quede la confianza para invertir en dicha nación?

Ahora, también es cierto que Andrés Manuel no es ningún tonto y sabe jugar el largo plazo (18 años de batalla por la presidencia lo demuestran). Este comentario no es al azar, es paliativo, preparativo para tener a alguien o a algo a quien culpar cuando no pueda cumplir con lo ofrecido. Así ha ido sembrando las semillas de los argumentos que le veremos usar en el futuro. ¿O a poco cree que el golpeteo a Banxico, por ejemplo, es de a gratis?

El lunes pasado salió a decir que si hay crisis económica en su gobierno (que ojo, ya desde ahí es advertencia) será culpa de un mal manejo de la política financiera de parte de Banxico. Habiendo señalado al culpable antes siquiera de que haya delito que perseguir (por que la hipotética crisis aún no se da) basta con que cualquier cosa salga mal para que los más fervientes seguidores morenistas pidan la cabeza de la institución y vayan a entregarle la máquina de hacer dinero de regreso al poder ejecutivo. Y entonces sí, agárrese, porque veríamos unas cifras de inflación de miedo.

Andrés Manuel funciona y prospera en una atmósfera de indignación y constante llevar la contraria a cualquiera que no sea él. Ponga cuidado, veremos muchos más ataques a Banxico, a las asociaciones civiles, a las instituciones no centralizadas y, en general, a todo lo que no le represente o no pueda controlar. Tenga cuidado y estemos prestos para defender, con dato duro en mano, lo que tomó años construir.



miércoles, 12 de septiembre de 2018

12 días de legislatura

Doce días. Bastaron únicamente doce días para que la nueva legislatura confirmara lo que mucha gente ya sospechábamos: Que la prometida cuarta transformación es un gordísimo taco de lengua y poco más, que el “cambio” fue una magnífica jugada para que quedaran los mismos al frente de la orquesta pero que los músicos (los que chambeamos, pues) dejáramos de quejarnos.



¿Por dónde empezar a la larga lista de puntadas que se han aventado nuestros “representantes”? Quizá por el tema de austeridad, que tanto han cacareado. ¿Se acuerda de la promesa de que nadie ganaría más que el presidente? ¿De que se recortaría el dispendio en el poder legislativo? Pues váyala sumando a la lista de promesas que no veremos cumplidas. Ayer martes salió el coordinador de Morena en San Lázaro que “dijo mi mamá que siempre no” y que por “Falta de acuerdos” no bajará el sueldo a los nuevos diputados. “Falta de acuerdos” cuando Morena tiene, por si mismo, más de la mitad de los curules para pasar la ley que se le dé la gana. ¡Chulada! 

Ah, pero nada de eso ha impedido que los morenistas se sigan llenando la boca con el discurso de austeridad republicana. El lunes apareció en las redes sociales del presidente del Senado, Martí Batres, un vídeo donde presumía el “tupper” que “lo ha acompañado en los últimos años” y se atrevió a lanzar el “tupper challenge”
“Lo llevo en el coche y lo desayuno en el automóvil, en la oficina, y traigo aquí mis uvas y mis quesadillas. Así he trabajado y así le voy a seguir haciendo. En esta primera semana de trabajo formal en las sesiones ordinarias, así es como le he hecho con mis alimentos" dice este cínico. Habrá que darle un premio por sumarse a las legiones de Godinez que en este país hacen eso no por obligación, sino ahorrativa por necesidad. En una de esas puede explicarnos qué fue lo que pasó con la licencia de Manuel Velasco mientra esperamos nuestro turno en la fila del microondas.

Porque la de Velasco es otra que merece señalarse por el absoluto desparpajo con el que tuercen la ley quienes están encarados de diseñarla y hacerla valer.
Sucede que Manuel Velasco, a fin de acomodar todas sus ambiciones sin renunciar a nada, consiguió desde agosto que el Congreso de Chiapas hiciera modificaciones a la Constitución de aquél estado para poder ser gobernador sustituto de sí mismo.
Así, pidió licencia de la gubernatura para tomar posesión como senador y apenas jurado pidió licencia como senador para irse de gobernador sustituto.

La cosa no habría sido más que anecdótica si todo se hubiera resuelto así a la primera, pero resulta que en una primera votación, sus compañeros senadores le negaron la licencia. Aparentemente, todavía había algunos negocios que arreglar entre el Partio Verde y Morena y la mentada licencia pendiente era una excelente manera de acalambrar y aflojar a lo del partido del tucán.
Al final, se hizo público que cinco diputados del Partido Verde pasarían a la filas de Morena, con lo que este partido llegaba a la absoluta mayoría en la Cámara. A cambio, dijo Arturo Escobar y Vega, coordinador de los legisladores verdes, conseguían el “éxito rotundo” de un vaguísimo “presupuesto extraordinario” para la atención a pequeños con cáncer en el próximo ejercicio fiscal.
Sorprendentemente, hecho este aviso, el Senado estuvo dispuestísimo a volver a votar el tema de Manuel Velasco y concederle su licencia, el mismo día y durante la misma sesión en la que se la habían negado originalmente.

Al final, tal parece que esta 4ta transformación en serio se volvió una transformación de cuarta y seguimos en las mismas. ¡Ah, qué curiosita la LXIV Legislatura!

miércoles, 5 de septiembre de 2018

El ejemplo de Argentina

Muchas veces, durante las tres largas campañas electorales en las que participó, se comparó a Andrés Manuel con Hugo Chávez. A manera de amenaza, se hablaba de que transformaría a México en Venezuela y de que quedaríamos tan mal como están ahora nuestros hermanos del cono sur; huyendo del país en busca de mejores oportunidades.
No digo que no sea posible. Con la mayoría en ambas cámaras Andrés Manuel puede hacer prácticamente lo que se le antoje con el país, hasta reformar la constitución si hiciera falta (tal como hiciera Chávez en 1998). Pero sí digo que probablemente la predicción sea fatalista. Es tener demasiada poca confianza en nuestras instituciones.

No, si yo tuviera que dar un ejemplo de cómo podríamos acabar, quizá no nombraría a Venezuela, sino a la Argentina de los Kirchner. 
Durante doce años (2003 - 2015) los argentinos estuvieron gobernados por Néstor y Cristina Kirchner, marido y mujer. Su plataforma política, el kirchnerismo, se declara en contra de las políticas “neoliberales” (jamás hubo palabrita peor utilizada), y rechaza «el ajuste», o a la austeridad económica y el princípio simplísimo de no gastar más de lo que se recauda. Los Kirchner y sus seguidores están de acuerdo con la intervención estatal en el mercado y el rechazo a los tratados de libre comercio, llegando a poner impuestos a la exportación para favorecer el mercado interno. 

La relación entre el kirchnerismo y su oposición es conflictiva; pues según algunos analistas, el kirchnerismo divide a la sociedad entre quienes son "patria" y quienes son "antipatria". Entre ambos hay un círculo vicioso de desprecio y descalificaciones que se retroalimenta hasta el hartazgo. ¿Le parece conocido todo lo que le estoy diciendo? ¿Nota las similitudes?


Hoy, Argentina es noticia por estar al borde de una crísis económica y financiera de espanto. Los culpables son distintos dependiendo de a quién le pregunte y en qué parte del espectro político esté parado. Sucede que desde hace tres años es Muricio Macrí quiene está al frente del gobierno y su política económica es radicalmente opuesta a la de sus antecesores. Entonces, quien apoya al kirchnerismo le achaca la crisis a los malos manejos de Macri, quien apoya a Macri culpa a los dos Kirchner. (Si comentamos que parte del modus operandi de los gobiernos populistas es dividir a la población ¿verdad?)

La realidad es un poquito más compleja. 

El gobierno había estado impulsando la economía nacional (cerrada a inversión extranjera y con fuertes controles cambiarios, de exportación e importación) a través de deuda pública y sobre todo, déficit fisca y muchísima impresión de papel-monedal. Los Kirchner, sin embargo, fueron hábiles. A través de reestructuraciones en 2005 y 2010 hicieron prácticamente imposible estimar el monto real de la deuda externa, e incluso eludieron la determinación de un juez de hacer los pagos exigibles, todo esto mientras seguían ensanchando el déficit con subsidios, apoyos y una pésima administración de las empresas estatales (que se volvieron cosa corriente en la administración intervencionista de la pareja)

Cuando llega Macrí al poder y trata de airear las cifras, reducir los controles cambiarios y abrirse al mercado internacional, Argentina se enfrenta a la terrible realidad de que necesita un ajuste inflacionario y su moneda se devalúa. Macrí había pretendido hacer la transcición de manera gradual, tratar de salir del agujero poco a poco. Pero se ve tibio, los inversionistas no ven claro cómo y cuándo llegarán los ajustes prometidos y dudan. La moneda argentina se sigue desplomando (depreciación del 93% frente al dólar en lo que va del año), no hay inversión extranjera y el nuevo presidente tiene que seguir pidiendo dinero.

Al día de hoy, tres años después de la salida de los Kirchner, la deuda Argentina está calculada en 250 mil millones de dólares y no hay cómo pagarla. Con el país al borde del default y el consumo interno detenido, porque ya no está subsidiado, la cosa no pinta para nada bien.

Trace los paralelismos y haga las comparaciones que usted guste, pero la próxima vez que alguien le pregunte por López, tenga en mente un viejo refrán: Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...

sábado, 1 de septiembre de 2018

El costo de la corrupción

Columna invitada enviada por nuestro colaborador y amigo, René Galindo (Síguelo en Twitter: @ReneGalindo1)

Los efectos de la corrupción no tienen fronteras ni nacionalidades. Eso se vio en estas semanas ante la tragedia ocurrida en la ciudad de Génova donde poco más de 100 metros de un puente colapsaron durante una tormenta en la que la naturaleza solo dio el último empujón para que la tragedia ocurriera. La desgracia de Génova ha despertado nuevamente el debate acerca de la corrupción, pero también el del beneficio de las siempre populares políticas de austeridad que muchos pregonan en la campaña y los costos que luego se tienen que pagar en el afán de ahorrar parte del presupuesto. 


A pesar de lo bien que pueden sonar, las medidas de austeridad son un arma de dos filos y eso se debe de tomar mucho en cuenta a la hora de elegir a un gobierno que promete eso. Así fue como en Italia llegó el Movimiento 5 Estrellas del comediante Giuseppe “Beppe” Grillo al poder y que, a pesar de que las políticas de austeridad aplicadas por el gobierno “pentastellato” en la capital italiana no habían funcionado, aún así se les dio la confianza para que tuvieran una mayoría relativa muy importante en ambas cámaras. 

Las políticas de austeridad de los últimos gobiernos combinadas con la corrupción imperante durante el último gobierno Berlusconi han dejado ver los puntos débiles de una Italia con una deuda pública altísima, pero con poca inversión en la tan necesaria infraestructura en relación con otros países europeos. La tragedia del puente Morandi en Génova no se debe de repetir y es ahora donde se cuestiona la efectividad de aplicar políticas de austeridad a todo. 

No puedo evitar pensar en lo que el presidente electo decía en campaña y continúa diciendo. Como al parecer la reducción del gasto público es la solución para todos los problemas de un país. El problema no es gastar, sino saber en qué se está gastando, tener transparencia en todas las obras públicas, desde una calle hasta el aeropuerto entero. Pero estas obras son necesarias para un país y hacerlas bien permite evitar grandes tragedias como la de este puente cuyo colapso ya cobró la vida de 40 personas y contando. No podemos pensar que solo la austeridad nos hará ricos, hay que saber usar esa riqueza e invertirla en el mantenimiento de la infraestructura y en proyectos productivos para un país.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Habemus... ¿TLC?

Dice una voz popular que una buena negociación es aquella en la que ninguna de las partes sale plenamente satisfecha. Si es el caso, creo que salimos perdiendo con el nuevo acuerdo comercial México - Estados Unidos que anunció la cancillería mexicana. Y que además estamos echando las campanas al vuelo y dándonos palmadas en la espalda demasiado pronto.

No, el acuerdo alcanzado no es malo per se. Moderniza y fortalece puntos importantes que desde su concepción en 1994 habían quedado rebasados por el avance de la técnica industrial y la tecnología. Evitamos la llamada Cláusula Sunset, que proponía que el convenio se terminara a los cinco años, salvo expreso acuerdo de todas las partes; o la claúsula que sujetaba las exportaciones agropecuarias mexicanas a un periodo de estacionalidad. También hacemos concesiones en la industria automotriz (45% de las unidades deben hacerse en lugares donde los trabajadores ganen un mínimo de $16 USD/hr.) pero a cambio el 75% de las autopartes tendrán que manufacturarse en la región (lo que podría significar mayor inversión del sector en México)

En fin, que los términos alcanzados son justos. Lo que queda para debate es si fue prudente la forma en que los alcanzamos y si serán estos términos los que finalmente se firmen. 


De entrada, el “acuerdo” anunciado quedó solo en eso: anuncio y buenas intenciones. Es meramente verbal y no hay ninguna salvaguarda para que esas buenas intenciones no cambien de un día para otro según el convenga a Donald Trump (ya ven que ni propenso es a esos cambios drásticos de humor y de discurso).
Aún si el inquilino de la Casa Blanca no patea la mesa para desestabilizar el tablero y se respeta la palabra dada, será el Congreso de Estados Unidos quien tenga la última palabra en el asunto, y ya se especula que podría rechazar la firma de un pacto bilateral; porque el permiso otorgado a Donald Trump era para negociar un acuerdo comercial entre las tres naciones, no deshacer el TLCAN y hacer pactos bilaterales. La moneda está en el aire por dejar a Canadá fuera de la mesa.

Y hablando de dejar fuera a Canadá. No se sientan mal por ellos. Desde enero habían dejado clara su posición de que sus intereses nacionales estaban por encima del tratado trilateral y que, de ser necesario, tendrían que dejar a México solo. Hoy México les paga con la misma moneda, pero por razones completamente diferentes.
La estrategia normalmente hubiera dictado actuar con cautela y esperar a que Estados Unidos tuviera sus elecciones intermedias en noviembre. Por una vez, el tiempo jugaba a nuestro favor. La urgencia de Trump por mostrar el tratado firmado como un logro de su administración quizá lo hubiera forzado a hacer condiciones. Así, coordinados con Canadá para hacer presión, México pudiera haber conseguido un acuerdo más favorable y más firme.
Pero la administración de Peña tenía otras prioridades que los empujaron a acelerar el acuerdo. En concreto, la transición. Peña prefirió cristalizar un acuerdo imperfecto a arriesgarse a que la administración entrante lo desmontara. El convenio alcanzado, por ejemplo, blinda algunas disposiciones de la Reforma Energética al utilizarla como marco legal para los acuerdos en materia de compra/venta de energéticos y de inversión extranjera en el ramo.

El acuerdo pues, favoreció mucho la posición política de Trump, pero tampoco sacrificamos nuestra maltratada dignidad nacional. Quizá pudimos haber conseguido algo mejor, pero tampoco le perdemos al acuerdo. En fin, es el tratado que la coyuntura permitió. A ver cómo nos va. Mientras tanto, seguimos al pendiente.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Lo que la maestra quiso decir...

El lunes pasado tuvo su primera aparición pública en más de cinco años, la maestra Elba Esther Gordillo; quien permaneciera en arresto domiciliario mientras se deshaogaba el proceso en su contra por los crímenes de operación con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.

No tenga ninguna duda, querido lector, que ni la rueda de prensa que organizó la maestra para volver a la palestra política, ni su mensaje de trece minutos en el hotel Presidente Intercontinental de Polanco, fueron para beneficio del público general, para el ciudadano de a pie. Se trató más bien de una declaración de intenciones, un aviso dirigido a la clase política que se pensó y preparó con cuidado.

Empecemos por analizar lo que rodeó al discurso:
La rueda de prensa se convocó justo el día en que la mayoría de las escuelas del país vuelven a clases. Se pretende con ello comparar la renovación de este ciclo escolar, con el “nuevo comienzo” para la educación en México que representa el regreso de Elba Esther a la vida pública. Si alguien tenía duda de que quería volver a la cabeza del Sindicato (ya sea ella o a través de un personero), con esto debe quedar más que despejado.
Por otra parte, el evento se llevó a cabo en uno de los hoteles más exclusivos de la capital, apenas dos semanas después de su liberación, con una serie de instrumentos (como el teleprompter) dignos de un discurso presidencial, lo que interpreto como clara demostración de que su poder económico para hacerse con los espacios y recursos que requiera, así como su estructura logística/administrativa permanecen intactos luego de su estancia en prisión.

A eso, súmele lo que dijo, que se reduce a tres mensajes esenciales: Soy inocente, recuperé la libertad y la reforma educativa se ha derrumbado.
De su inocencia, saber que en buena medida se debe a que el SNTE jamás se atrevió a acusarla por el desvío de los recursos del gremio y a que la PGR no se animó a llevar la averiguación a sus últimas consecuencias porque hubiera involucrado a la SEP, que era lo mismo que dispararse en el pie. Sería inocente pensar que su señora madre, una profesora rural, le haya dejado una herencia de 373 millones de pesos, como afirmó en la corte. Y aún ese argumento no explica sus dos residencias en San Diego, California; los departamentos y casas en Polanco y en Las Lomas y los pagos comprobados de cuentas por 39 millones de pesos en prendas de vestir y otros lujos en Miami.


Pero la parte preocupante no está en su inocencia o su culpabilidad. La parte preocupante está en las últimas dos declaraciones, que se sueltan como una sola “Recuperé la libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”, como si uno fuera consecuencia de otro; o peor aún (y desafortunadamente, así tiene más lógica) como advertencia; como si la caida reforma educativa viniera a darle a Elba y a su sindicato nueva vida y más poder. Y no estaría alejado de la realidad.

Los próximos seis años pintan para ser un salto al pasado, desde una incipiente y primitiva democracia participativa al presidencialismo a ultranza y al centralismo avasallador de los peores años del PRIato. ¿Y sabe quiénes eran caudillos indispensables en esas superestrucutras? Exacto, los líderes sindicales. ¿O a poco cree que la relación cordial con Deschamps es por ser educados? ¿Que el apoyo de Napoleón Gómez Urrutia es de a gratis? ¿Qué la liberación y regreso a la palestra de Elba Esther es coincidiencia?

Preocúpese, querido lector, porque de ese tamaño es el resultado por el que votaron más de 30 millones de mexicanos. ¿Qué vamos a hacer?

viernes, 17 de agosto de 2018

Problemas de Primer Mundo


Columna invitada enviada por nuestro colaborador y amigo, René Galindo (Síguelo en Twitter: @ReneGalindo1)

Se encuentra muy asentado en el imaginario popular mexicano que somos una nación pobre que aspira a ser rica y que los problemas que se viven en el llamado “primer mundo” no son comparables con aquellos que se tienen en nuestro país. Sin embargo, hay problemas que son universales y que parecen repetirse por la falta de conocimiento histórico.
En México se ha elegido democráticamente un nuevo gobierno, un gobierno que se empeña en mostrar una cara de esperanza y reconciliación que, sin embargo, toma lo más podrido del viejo sistema y lo vuelve a reciclar en el poder. De ser confirmados, personas como Manuel Bartlett y René Bejarano regresarán a ser figuras dentro de la política nacional y la poca oposición que se muestra ante ello solo refleja el desconocimiento histórico que se tiene de las trayectorias de esos individuos. Muchos los defienden asumiendo que “no son los mismos” o que, como dentro del catolicismo, “están arrepentidos de corazón y no volverán a pecar.” Lo cual hace estos nombramientos aún más preocupantes; analizando la historia ninguno de ellos ha realmente tenido consecuencias por sus reprobables actos. Manuel Bartlett salió del PRI solo cuando no tuvo manera de continuar viviendo del erario en una posición política del partido que lo vio nacer y por el que hizo cosas que son del todo reprobables y por las cuales nunca tuvo consecuencias.
Italia se enfrenta a una encrucijada similar, aunque el ambiente que permea es de ideas viejas con rostros verdaderamente nuevos. Matteo Salvini es el flamante líder de un partido que parecía muerto en la caída del último gobierno Berlusconi, la Lega Nord (Liga Norte). El genio de Salvini es que ha sabido mutar el partido que era abiertamente racista con los italianos del sur y establecer un miedo irracional a todo extracomunitario que llegue a Italia. A pesar de que no obtuvo el mayor número de votos, su coalición fue la ganadora de las elecciones en marzo pasado y ha comenzado a ejercer su poder desde el Ministerio del Interior. Nuevamente se coloca al “enemigo” como alguien extranjero que viene a robarle a los italianos el trabajo y la identidad; algo que no se veía desde los años treinta del siglo pasado cuando el fascismo emitía campañas similares contra los judíos. A pesar de que en este caso Salvini no tiene la mayoría del parlamento ni de las carteras del ejecutivo, muchos de sus colegas de coalición han callado ante las decisiones de cerrar los puertos a las naves de ayuda humanitaria, así como a los tweets en donde criminaliza a muchas ONG que se dedican a salvar gente en el Mediterráneo. Ya ha habido muertos debido a estas decisiones.

Dos países muy distantes geográficamente y económicamente diferentes. Aún con todo con pasados que no permiten que vean a un futuro más prometedor, así como el fantasma del proteccionismo se cierne sobre México, el fascismo es un fantasma que nuevamente parece crecer en una Europa que se ha convertido en el último reducto de las democracias ante el avance del populismo. La única manera de evitar escenarios que ya han probado ser destructivos anteriormente es el promover nuevamente la participación ciudadana, pero una participación que evite que las decisiones legislativas sean contrarias al progreso de los países y que la participación activa de la gente fortalezca las instituciones nacionales. Actuemos en conciencia de que cada decisión implica ser responsables de las consecuencias que la misma traiga.