miércoles, 19 de enero de 2022

Chapulines y Membretes

Soy un convencido de que membretes y colores nada valen, y que el hecho de que tal o cual persona milite en tal o cual partido político debería ser irrelevante si llegara a postularse para un cargo de elección popular. Defiendo la idea de que, parte de la razón por la que llegamos a esta trágica situación política es por que hemos estado dispuestos a aceptar y votar cualquier perfil que pongan en la boleta. “Es que es la oposición”, “Es que necesitamos el voto útil para que el otro no gane”, “Es que cualquiera menos este otro”, nos decimos resignados mientras nos formamos en nuestra respectiva casilla.

Y bueno, ayer me enteré de un caso que funciona mejor que cualquier argumento que pueda yo usar para convencerlos de lo que digo: El de la Senadora por Aguascalientes Martha Cecilia Márquez Alvarado.
La senadora Márquez era panista de hueso colorado, o al menos eso invitaban a imaginar sus 18 años como militante del partido. Desde su posición como secretaria de la Comisión de Salud y miembro de la “oposición” fue dura crítica de la inoperancia del actual gobierno durante la pandemia en particular y frente a la escasez de medicamentos en general. Y sin embargo nada de eso evitó que ayer presentara una carta a la presidente de la Mesa Directiva del Senado para pedir su “integración” al Grupo Parlamentario… ¡Del Partido del Trabajo!

¿Pos qué pasó? ¿No están PAN y PT en las antípodas ideológicas? ¿No es uno acérrimo y valiente oposición, mientras el otro es comparsa y alcahuete de la presente administración? ¿Cómo así nomás se van a la basura 18 años de banderita azul conservadora por la ideología rojilla de la hoz y el martillo?

Pues fácil, el cambio de la Senadora Márquez ocurre después de que el PAN eligiese a María Teresa Jiménez Esquivel como su candidata a la gubernatura de Aguascalientes en las elecciones de este año. Despechada, pero ansiosa de hueso y del asiento ejecutivo estatal, la señora no tuvo empacho en cambiarse a las filas del PT e ir en coalición con el PVEM para contender por el puesto, en un acto de grotesco y vulgar chapulineo.

Eso sí, en su cuenta de Twitter la ex-panista afirma que lucha contra la corrupción que han construido algunos “pseudo líderes" en Aguascalientes. Entiéndase, sus expatrones en el PAN Estatal, que no le cumplieron el capricho. Si después de 18 años apenas se va dando cuenta de cómo eran los compañeros con los que trabajaba codo con codo, pues sospecho que la señora no brilla precisamente por su sagacidad.

No sé cuántos de mis lectores sean hidrocálidos, pero apuesto a que en este momento, el voto por Martha Cecilia no se siente en absoluto “útil” y convendría que realmente empezaran a preguntarse que tipo de perfil, que no de color, es el que quieren en su Palacio de Gobierno. Y al resto del país, ¡pues a poner las barbas a remojar! El chapulineo no es fenómeno nuevo y se da de un bando a otro indistintamente (ahí está el ejemplo en sentido contrario de Lili Téllez).

¿Importa? No, mientras lo entendamos como lo que es. El partido está ahí para proveerle una estructura y un equipo de trabajo al candidato, pero el importante es el candidato, el perfil, la propuesta; el color de la camiseta nos debería importar poco.


PD: Esta columna descansa la próximas semana. ¡Nos volvemos a leer el miércoles 2 de febrero! 

miércoles, 12 de enero de 2022

Banamex a la venta

Citigroup anunció ayer martes que abandona (vende) su negocio de banca de consumo y empresarial en México. Este incluye la marca Banamex, la Afore, casa de bolsa y su negocio minorista (la operación de sucursales, tarjetas, negocio de nómina, cartera inmobiliaria, aseguradora, créditos).

El director corporativo de Desarrollo Institucional, Estudios Económicos y Comunicación de Citibanamex, Alberto Gómez Alcalá asegura que no habrá afectaciones ni a los usuarios, ni a los colaboradores del banco en México y que la transacción obedece a una alineación global con una nueva estrategia que pretende simplificar las operaciones de Citigroup, no a un cambio en la perspectiva de crecimiento o de condiciones para operar en México. Esto puede llevar algo de razón. Junto con México, Citi anunció su salida de otros 13 mercados en Europa y Asia. Pero llama grandemente la atención que buscando “enfocarse en negocios más rentables”, Citigroup abandone su mercado de consumo internacional más grande y que le ha generado aproximadamente 3,500 millones de dólares en ingresos en los primeros nueve meses de 2021 (nos enteraremos del último trimestre el viernes).

Algo vio, o dejó de ver, Citigroup en México. Y aunque es altamente probable que ya tengan a un comprador alineado, o no se animarían a hacer un anuncio de este calado; la decisión pega en la confianza del país, y lo sumerge en incertidumbre sobre todo por los antecedentes que lleva.

  1. El cuatro de marzo pasado, la CEO de Citigroup, Jane Fraser advertía que México debía consolidar un ambiente de negocios que genere una mayor estabilidad, confianza y colaboración. ¿Será que, a juicio de la Sra. Fraser, no lo conseguimos?
  2. El diez de agosto la misma Sra. Fraser visitó nuestro país y se reunió con el presidente López Obrador. Quizá el panorama que le planteó el titular del ejecutivo en esa reunión terminaron de convencerla de que lo mejor era cortar por lo sano.
  3. Finalmente, la inversión fija bruta en México ha estado en franca caída desde julio de 2018 y la pandemia aceleró ese descalabro a niveles sin precedentes. Ahora se pone a la venta toda la operación de la tercera institución financiera más grande del país, con un total estimado de activos de un billón 433 mil 851 millones de pesos; de acuerdo con CONDUSEF. ¿Quién tiene la lana para invertirle a esos activos? De ese selectísimo grupo ¿Quién tiene el interés?

Aunque la venta de Banamex termine siendo realmente un ajuste estratégico de una empresa y nada que tenga que ver con nuestro país y sus condiciones; todo aquello que genere incertidumbre en nuestro sistema bancario y financiero es mala señal y ralentiza una recuperación que ha sido ya de por sí excesivamente lenta.

Súmele además que la comunicación de Citigroup ha sido en un lenguaje muy técnico, muy profesional, pero muy poco digerible para el grueso de la población y sin una clara línea hacia adelante y tenemos en nuestras manos una potencial hélice descendente nada halagüeña.

¿Qué sigue? La realidad es que, no lo sé. Hay interés de parte del banco brasileño Itau, o el banco canadiense Bank of Nova Scotia y como le comento, es casi seguro que ya tengan a alguno apalabrado. Santander y BBVA Bancomer podrían tener interés, pero necesitarían el visto bueno de la Comisión de Competencia Económica. Ayer en la noche Ricardo Salinas Pliego anunció que había pedido a su equipo analizar la posibilidad de comprar Banamex. Habrá que esperar y ver cómo continúa y se desenvuelve el drama, con todas sus implicaciones.