Sobra evidencia de que la principal promesa y estandarte de este gobiernio, el combate sin cuartel a la corrupción rampante, quedará en letra muerta al final del sexenio. Bajo la administración de López Obrador no sólo han permanecido impunes los principales actores de los dramas de corrupción de los sexenios anteriores, sino que se han engendrado nuevas transas que hacen que las anteriores parezcan un juego de niños. A escena: SEGALMEX
Seguridad Alimentaria Mexicana es un organismo descentralizado, sectorizado a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) que busca la autosuficiencia alimentaria en los cuatro granos básicos (maíz, trigo, arroz, frijol) y la leche. La creó la actual administración, en su afán transformador, buscando centralizar las operaciones de Liconsa y Diconsa, además de —que no le quepa a usted duda— asegurar el control y administración de sus recursos a través de sus allegados y amigos. En este caso particular, la responsabilidad recayó en Ignacio Ovalle Fernández
Pues bien, desde agosto del año pasado la Secretaría de la Función Pública hizo pública las “serias irregularidades” en el organismo y el “dererioro de la calidad de la rendición de cuentas”. En concreto, faltantes por 9 mil 500 millones de pesos. Eso es más de cuatro veces lo que se le achaca a Rosario Robles y casi el doble del ejercicio conocido como la Estafa Maestra.
Y ahora que tocamos el tema de Rosario Robles, no deja de ser curioso el trato diferenciado entre esta funcionaria (a la que originalmente se le negó el derecho a llevar su proceso en libertad y se le encarceló para hacerla un símbolo de la corrupción del pasado) y el mismo Ovalle, que ni siquiera perdió su chamba en el Gobierno. Únicamente se le apartó de su posición para acomodarlo en una más discreta encomienda como coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED). Es más, hasta el mismo presidente salió a defenderlo:
"Ignacio Ovalle, una gente buena” dijo desde su púlpito matutino “que lo engañan, [...] un grupo priista de malas mañas, acostumbrados a robar”
Pues si no corrupto, entonces bastante incompetente ¿No le parece, señor presidente?
Si bajo tu gestión directa te meten gol hasta en la adquisición de los garrafones de agua (En 2019 el organismo firmó un convenio por 99.9 millones de pesos para adquirir 1.8 millones de garrafones, de los cuales solo recibió como máximo un tercio y usó realmente apenas unos 214 mil en los tres años siguientes) pues como que no tienes argumento alguno para presumir tu labor.
Y ejemplos como el de los garrafones hay muchos. Un reportaje revela que la adquisición de carne de pollo, res y cerdo no se completaba y la dependencia no reclamaba a los proveedores todo el producto que había pagado, además de que tenía problemas para vender después el producto que sí le entregaban, por los que las pérdidas, de por sí millonarias, crecían. También se sabe de la la existencia de bodegas llenas de mercancías caducas por 56.6 millones de pesos sin que se realicen las gestiones para darlas de baja, devolverlas, cambiarlas, venderlas, recuperarlas y/o tomar acciones legales. Tampoco ha comprobado 3 mil 750 millones 400 mil pesos recibidos en maíz y frijol adquirido de Segalmex. El pago irregular de 145 millones de pesos por casi ocho mil toneladas de azúcar, de las cuales sólo se entregaron poco más de tres mil.
Habrá que revisar la definición de “Gente Buena”, mexicanos. Porque si este es el estándar, explicaría muchas cosas sobre nuestro país y sus circunstancias. La bondad, si es que Ovalle tiene esa virtud, no sustituye la capacidad, el sentido ético ni la responsabilidad.
Y habría que preguntarnos también qué entendemos por "combate a la corrupción" porque ésto claramente no lo es.
Parece que debo me un poco más sobre lo que está pasando, de dónde sale esa info?
ResponderBorrar